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La UE logra un acuerdo para atajar la especulación en los mercados de valores

  • Se supera la oposición de Londres, contrario a ceder soberanía
  • El Ecofin apoya a Draghi como sustituto de Trichet en el BCE

Ver también: La crisis de deuda en Europa

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Los ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE) reunidos en Ecofin han logrado este martes un principio de acuerdo para vetar las ventas al descubierto en situaciones de tensión en los mercados, con objeto de poner coto a prácticas especulativas como las que agravaron la crisis de la deuda en Grecia, en 2010.

Se denomina venta al descubierto a una operación que consiste en vender  valores que no se poseen, con la expectativa de poder comprarlos  posteriormente a un precio inferior y saldar la venta con beneficio.

Durante la crisis, se produjeron operaciones al  descubierto de seguros contra el impago de la deuda que agravaron la situación de países como Grecia. El borrador acordado este martes incluye una referencia a este tipo de operaciones, que también se podrán limitar en  situaciones de turbulencias.

La legislación propuesta pretende aumentar los requisitos de  transparencia sobre estas prácticas y productos, al obligar a informar sobre las tomas de posición a partir de  determinados umbrales.

Con objeto de satisfacer a los países comunitarios que cuentan con deudas más  abultadas -y que temen que las restricciones a las operaciones con deuda  soberana afecten negativamente a la liquidez y suban sus costes de  financiación-, el borrador es más conservador en los requisitos  relacionados con la deuda soberana y los poderes de la ESMA al respecto.

Después de este acuerdo entre ministros, se podrá empezar a negociar con el Parlamento Europeo para consenuar un texto definitivo.

La vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, ha asegurado en rueda de prensa que la nueva norma habría limitado la especulación de la primavera pasada, que llevó a la UE a crear un fondo de rescate, y permitido identificar a los especuladores. 

Londres se niega a ceder soberanía

El pacto se ha alcanzado a pesar de la oposición de Reino Unido, que rechaza cualquier cesión de soberanía en esta materia a la nueva Autoridad Europea de Supervisión de los Mercados (ESMA, en inglés).

Finalmente, Londres ha accedido al acuerdo después de que la Comisión Europea y los ministros se hayan comprometido a tener en cuenta sus preocupaciones respecto a los poderes de ESMA durante la negociación con la Eurocámara.

Según el texto acordado, la ESMA coordinará la acción de los reguladores nacionales y tendrá poderes temporales para intervenir directamente sobre el mercado, mediante una restricción o prohibición de estas prácticas, cuando existan situaciones de riesgo.

Por el contrario, Londres es favorable a una opción planteada inicialmente por España -pero de la que la propia ministra Elena Salgado se ha desvinculado a lo largo de la reunión- según la cual la ESMA sólo gozaría de estos poderes adicionales después de que el Consejo de Ministros de Economía y Finanzas declarara la situación de riesgo.

Francia y la Comisión Europea rechazan esa posibilidad porque consideran que debilitaría la eficacia de la institución europea en momentos de máxima necesidad.

Precisamente, el objetivo de la regulación en cuestión es evitar la falta de coordinación y las medidas divergentes que fueron adoptadas el año pasado por parte de países como Alemania. Al ser medidas unilaterales, su efectividad era limitada y no existía un marco común europeo al respecto.

Para el comisario de Mercado Interior y Servicios Financieros, Michel Barnier, el texto acordado no es el ideal. "No estoy satisfecho con todos los aspectos, pero pensamos que es un texto equilibrado y tiene en cuenta los puntos de vista de los países. Es un buen punto de partida para iniciar negociaciones con el Parlamento Europeo", ha señalado.

Aprobado el rescate portugués

El Ecofin también ha respaldado el rescate portugués por valor de 78.000 millones de euros en tres años.  El programa de asistencia ha sido concedido sobre la base de un programa  de ajustes y reformas para un periodo de tres años negociado entre la  Unión Europea (UE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las  autoridades portuguesas, en Lisboa.

Por unanimidad, una vez vencidos los recelos finlandeses, el Ecofin ha dado el visto bueno al plan de rescate a Portugal. Supondrá una inyección económica de 78.000 millones de euros en tres años destinados a sanear las cuentas públicas, acometer profundas reformas estructurales y reforzar el sector bancario. La parte del préstamo concedida por los 27 será a un tipo de interés cercano al 5,5%, mientras que la del Fondo Monetario Internacional oscilará entre 4,25% y el 5,25%. La contribución española será en forma de garantías. También ha quedado cerrado el debate sobre la sustitución de Jean Claude Trichet al frente del Banco Central Europeo. Su sustituto será el gobernador del Banco de Italia, Mario Draghi.

El rescate será aportado a  partes iguales por el Fondo Monetario Internacional y los dos  instrumentos con que cuenta actualmente la UE: el fondo de rescate de  los países del euro (EFSF, según sus siglas en inglés) y el fondo  garantizado por el presupuesto europeo (EFSM, según sus siglas en  inglés).

Según el comunicado enviado por el Ecofin (reunión de  ministros de Finanzas de la UE), los plazos de la parte que aportará el  fondo garantizado por el presupuesto europeo (26.000 millones) tendrán  un plazo de devolución de siete años y medio, a un tipo de interés que  será igual al coste de financiación del fondo más 215 puntos básicos.

Apoyo a Draghi para ser presidente del BCE

Además, el Ecofin ha aceptado la recomendación del Eurogrupo de elegir al presidente del Banco Central italiano, Mario Draghi, como sustituto del francés Jean-Claude Trichet al frente del Banco Central Europeo (BCE), según han informaron fuentes comunitarias a Efe.

Esa decisión del Ecofin tiene que ser aún refrendada por los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, que se reunirán en Bruselas el próximo 24 de junio, tras escuchar la opinión del Parlamento Europeo al respecto.

De lograr el visto bueno de los líderes de la UE, el italiano de 63 años, antiguo vicepresidente del banco de inversiones Goldman Sachs, ocupará el puesto en octubre, cuando termina el mandato de Trichet.