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Juan Martínez Moreno, director de 'Lobos de Arga': "El montaje"

  • "El montaje tiene algo de tortura china, ¡Y sin poder fumar!"
  • ¡Te tiras ocho semanas viendo los mismos planos!, asegura el director

Por
Nacho Ruíz Capillas y Juan Martínez Moreno
Nacho Ruíz Capillas y Juan Martínez Moreno

…Y ya estamos en montaje.

Dejadme que os explique el desbarajuste mental que supone el cambio de rodaje a montaje: durante el proceso de rodaje hemos estado nueve semanas entre Santiago de Compostela y Madrid, prácticamente cambiando de localización cada día, un mínimo de sesenta personas trabajando doce horas, a un ritmo infernal.

De un día para otro te encuentras encerrado en una habitación de 2 x 3 metros cuadrados, sin ventanas, con la única compañía del montador y su ayudante, protagonistas de una película de vampiros, ya que están los dos pálidos por la falta de sol (ellos ya llevan cinco semanas allí encerrados).

Y allí vas a pasar las próximas ocho semanas, sentado en una silla incómoda, sin apartar la vista de un monitor donde van a repetirse continuamente las imágenes que hemos estado rodando.

"No te dejan fumar"

Además, para más tomate, no te dejan fumar, así que suples el mono de nicotina con chucherías de una máquina de esas instaladas con el único propósito de destrozar tu estómago.

En una hora te puedes zampar una bolsa de patatas fritas con sabor a jamón, unos conguitos, un sándwich de cangrejo y unos palitos de chocolate. Cuanto más te frustra la visión del material, más veces vas a la máquina. Así que las posibilidades de perforación de estómago son enormes.

Ahora que lo pienso tiene algo de tortura china, esto del montaje. Te tiras nueve semanas corriendo contra el reloj, rodando a toda pastilla, pensando día y noche en esos malditos planos que tienes que hacer.

Y luego te tiras otras ocho semanas viéndolos una y otra vez, intentando pegarles para que aquello tenga sentido. Estamos locos…

"Puede ser emocionante"

Pero también puede ser el proceso más divertido. No divertido de reírte cada dos minutos, ojo, si no de entretenerte, de emocionarte, de descubrir que lo que has hecho funciona, en algunos casos, o descubrir otras posibilidades que no habías tenido en mente pero que el montador ha descubierto, en otros.

Y que coño, también de darte cuenta de que algo de lo que estabas muy seguro no funciona tan bien, pero resulta que pegando eso con aquello, cambiando una cosa por otra, tienes otras alternativas que a veces son incluso mejores.

Es el momento de la verdad, ahí es donde haces la película que va a ver el espectador.

De momento vamos bien, las cosas parece que tienen sentido. Todavía nos queda mucho camino por recorrer, pero puedo deciros que tiene buena pinta.

Espero que no la jodamos.