Ouattara pide a la CPI que investigue los crímenes cometidos durante la crisis marfileña
- La ONU cifra entre 2.000 y 3.000 los muertos en el conflicto
- Las matanzas y abusos se habrían producido en los dos bandos
El presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, ha pedido a la Corte Penal Internacional que investigue las denuncias de crímenes contra los derechos humanos cometidos durante la violenta lucha por el poder del país tras las elecciones.
En una carta al fiscal de la CPI, Luis Moreno Ocampo, con fecha del 3 de mayo de Ouattara expresa que "parece que el sistema de justicia de Costa de Marfil, por el momento, no es la mejor opción para investigar los crímenes más graves cometidos durante los últimos meses", y que, por ello, "cualquier intento de llevar ante la justicia a aquellos responsables de los crímenes correría el riesgo de encontrarse con todo tipo de dificultades".
Investigación por ambas partes
En concreto, pide a la Corte Penal Internacional abrir una investigación sobre presuntos abusos acontecidos a partir del pasado 28 de noviembre, fecha electoral en la que comienza la disputa. La investigación de la CPI podría arrojar luz sobre los abusos cometidos por ambas partes.
Grupos de derechos humanos han acusado a los combatientes de Gbagbo de utilizar armas pesadas contra civiles, pero también destacan que las fuerzas Ouattara han matado, violado y saqueado durante el conflicto que ha recorrido gran parte del país.
Este anuncio se produce el mismo día que la organización humanitaria Human Rights Watch (HRW) ha pedido al presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, que tome medidas para que los responsables de los graves crímenes cometidos en ese país en los pasados doce años rindan cuentas ante la justicia.
En un comunicado, HRW también solicita al gobernante "medidas urgentes para superar la división entre comunidades (étnicas), instaurar un sistema judicial profesional y creíble y garantizar la disciplina en las fuerzas de seguridad".
Ouattara, que juró el cargo el pasado 6 de mayo, tras cinco meses de crisis provocada por la negativa a dejar la Presidencia del anterior mandatario, Laurent Gbagbo, tomará posesión formal de la Jefatura del Estado en un acto oficial el próximo sábado en Yamusukro, la capital política de Costa de Marfil.
El nuevo presidente
"Ouattara será investido como cabeza de una nación profundamente dividida, que aún no se ha recuperado de los horrores de los últimos meses", señala en el escrito Corinne Dufka, principal investigadora de HRW en África occidental.
Entre 2.000 y 3.000 personas, según cifras de la ONU citadas por HRW, han muerto por la violencia registrada en los cinco meses de crisis, que llevó a retirar del poder por las armas a Gbagbo, por las fuerzas leales a Ouattara con ayuda de la Operación de la ONU en Costa de Marfil (ONUCI) y los militares franceses.
Para Dufka, Ouattara "no ha de perder tiempo en sacar a Costa de Marfil de este periodo oscuro a través de la justicia, que no debe mirar afiliaciones políticas o rangos".
Los investigadores de HRW han entrevistado en Costa de Marfil, desde el pasado diciembre, tras las elecciones presidenciales del pasado 28 de noviembre, a cientos de testigos y víctimas de la violencia de ambos bandos.
En el país se han producido en ese tiempo matanzas, desapariciones forzadas, asesinatos y violaciones de supuestos rivales políticos o de otras etnias y se han utilizado milicias y mercenarios que han usado armas pesadas contra civiles, asegura la organización humanitaria.
La mayor parte de las violaciones de los derechos humanos en los tres primeros meses de crisis las atribuye HRW a las fuerzas leales a Gbagbo y señala que probablemente se cometieron crímenes contra la humanidad.
Pero también señala que, a partir de marzo, las Fuerzas Republicanas, que respaldan a Ouattara, aterrorizaron a la población que consideraban que daba su apoyo a Gbagbo, especialmente en el oeste del país.