Europa maniobra a contrarreloj para forzar una elección rápida de Lagarde al frente del FMI
- La ministra francesa acumula apoyos de la inmensa mayoría de la UE
- El objetivo es presentarla como candidata de consenso ante la cumbre del G-8
La ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, acumula respaldos importantes para convertirse en la candidata de consenso que busca Europa como sustituta de Dominique Strauss-Kahn al frente del Fondo Monetario Internacional (FMI), que busca impulsar su candidatura a contrareloj para que los emergentes no presenten un candidato alternativo.
"Ha habido contactos preliminares para comprobar si Christine Lagarde tiene el apoyo de otros países porque ella es considerada la mejor candidata europea", ha desvelado una fuente diplomática de Bruselas, que ha hecho hincapié que tiene que ser una "decisión rápida", de forma que Europa llegue con un candidato de consenso antes de la cumbre del G-8 de la próxima semana.
Los líderes de las potencias industrializadas -Estados Unidos, Rusia, Japón, Canadá, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia junto a la UE- se reúnen en la ciudad costera francesa de Dauville entre el 26 y el 27 de mayo.
Desde el Viejo Continente el nombre de la ministra francesa no ha recolectado críticas ni oposiciones y sí una pléyade de adhesiones procedentes de las principales capitales y de Bruselas.
"Candidata ideal"
El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, figura clave para la elección en 2007 de Strauss-Kahn, ha considerado a la ministra francesa como "la candidata ideal".
Una "excelente elección", ha asegurado el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, mientras que su homóloga germana, Angela Merkel, hizo saber su "simpatía" por Lagarde, al tiempo que instó a consensuar lo antes posible un nombre europeo.
De esta forma, se ha descartado una posible candidatura germana, de la que se habló durante los primeros días del escándalo Strauss-Kahn.
Bruselas no cita nombres de forma oficial, pero tanto el entorno del presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, como el del presidente del Consejo, Herman van Rompuy, dejan entrever su predilección por una "mujer francesa".
En este contexto de unanimidad, la única voz discordante de peso es la del primer ministro polaco, Donald Tusk, que no ha excluido presentar a su compatriota Leszek Balcerowizc como candidato al FMI.
Resta París, que, por el momento, parece reticente a hacer campaña por su compatriota tras el sonrojo provocado por el caso de Strauss-Kahn.
Entre bambalinas, el presidente galo, Nicolas Sarkozy, ha hablado del caso con Merkel y con el primer ministro galo, David Cameron, según citan medios franceses.
Londres tampoco ha mostrado oposición al nombramiento de Lagarde, sobre todo después de que Downing Street mostrara su oposición al nombramiento del ex primer ministro Gordon Brown, agregan los medios.
La amenaza judicial
Sarkozy puede organizar el consenso entorno a Lagarde durante la cumbre del G-8 que tendrá lugar la próxima semana, bajo su presidencia, en el balneario normando de Deauville.
Incluso entre la oposición política francesa el nombre de Lagarde no ha provocado grandes inquietudes.
François Hollande, postulante a las primarias de su partido para ser candidato la Presidencia del país, indicó que no hay ningún problema con Lagarde en cuanto a sus competencias, aunque emitió ciertas reservas sobre su orientación política.
Falta por saber cómo puede afectar a Lagarde la amenaza de la Fiscalía francesa de la apertura de una investigación judicial por abuso de poder ligada al pago de una indemnización millonaria al empresario Bernard Tapie.
En el otro lado, la candidatura europea ha recibido un sonoro rechazo precisamente desde París, donde está la sede de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), cuyo secretario general, Ángel Gurría, ha considerado que es "el momento de cambiar" y que haya un director gerente no europeo al frente del FMI.