Israel acusa a Obama de "no entender la realidad" en plena visita de Netanyahu a Washington
- El encuentro viene precedido del apoyo de Obama a las demandas palestinas
- La votación de un estado palestino en la ONU marcára la agenda de la visita
Benjamin Netanyahu y Barack Obama se preparan para su séptima reunión -o más bien su séptimo asalto- desde que el presidente de EE.UU. llegó a la Casa Blanca en un momento considerado "clave" para las negociaciones de paz entre palestinos e israelíes, estancadas desde hace meses.
El primer ministro israelí llega a Washington dolido personalmente por el discurso de Obamade este jueves en el que pide a Israel que acepte la creación de un estado palestino en las fronteras anteriores a la guerra de 1967.
"Hay un sentimiento de que Washington no entiende la realidad, no entiende a lo que nos enfrentamos", ha declarado un funcionario israelí, que justifica que "la dura respuesta del primer ministro expresa la decepción por la ausencia de los temas centrales que Israel exige, sobre todo el tema de los refugiados. Hay cosas que no se pueden barrer bajo la alfombra."
La "dura respuesta" a la que hace referencia la fuente se refiere a las palabras que Netanyahu ha pronunciado antes de montarse en el avión rumbo a EE.UU: "Espero oir de Obama que refrenda los compromisos de EE.UU. hacia Israel de 2004, que recibieron el apoyo de las dos Cámaras. Tienen que ver entre otros con que a Israel no se le exigirá retirarse a las fronteras de 1967. No son líneas defendibles y dejará a grandes centros de población en Judea y Samaria [Cisjordania] fuera de esas fronteras".
“Washington no entiende a lo que nos enfrentamos“
El abrazo de Obama a la histórica reivindicación palestina es un "gesto hipócrita" que supone "una confrontación abierta con Israel", titulan los principales periódicos hebreos, para los que el discurso del presidente de Obama ha sido una "emboscada preparada de antemano" que evidencia un mal comienzo del viaje de Netanyahu.
De hecho, el diario Maariv considera que Obama ha dado la excusa perfecta al primer ministro israelí para "luchar contra la reelección del presidente demócrata", un objetivo para el que no debe dudar en utilizar los lobbies judíos, con los que Netanyahu se reunirá este domingo.
El juego del palo...
El presidente de EE.UU. tiene que estar preparado, por tanto, para afrontar un nuevo desencuentro con el primer ministro israelí, que vendría a engrosar una lista desavenencias que comenzaron, incluso, antes de que Obama llegara a la Casa Blanca.
Su primer cara a cara en julio de 2008, cuando Barack Obama aún le disputaba la candidatura demócrata a Hillary Clinton, ya hizo temblar a Netanyahu, que confesó que ese hijo de musulmán nacido en Hawaii iba a ser su perdición, según recuerda el diario The New York Times.
El hecho de que cada encuentro de alto nivel entre ambos líderes venga precedido por un intento de Israel de marcar la agenda con un un anuncio de ampliación de colonias judías en los territorios ocupados no ha servido para aliviar las tensiones.
... y la zanahoria
A pesar de que Israel ha puesto el grito en el cielo al oir la reclamación de las fronteras de 1967, la visita a EE.UU. -que durará tres días y finalizará el lunes con la comparecencia de Netanyahu en el Congreso- estará sobre todo marcada por la posible proclamación en la Asamblea General de Naciones Unidas de un estado palestino el próximo mes de septiembre.
Si las declaraciones sobre las fronteras han sido el 'palo' para Israel, en este asunto es donde Washington ofrecerá a Netanyahu la 'zanahoria'.
El primer ministro hebreo quiere que Obama use su músculo diplomático para proteger a Israel de ese voto, no solo vetándolo en el Consejo de Seguridad, sino también persuadiendo a sus aliados occidentales de que hagan lo mismo. Y si bien, Obama está en condiciones de garantizar lo primero, no está tan seguro de poder granjearse el apoyo de Reino Unido, Francia y Alemania en este cometido.