Tepco, dueña de Fukushima, pierde 10.680 millones de euros y despide a su presidente
- Es la mayor pérdida neta de una empresa no financiera japonesa
- Masata Shimizu será reemplazado por Toshio Nishizawa
La eléctrica japonesa Tepco, operadora de la planta de Fukushima, ha anunciado que en el año fiscal que acabó en marzo perdió 1,25 billones de yenes (10.680 millones de euros), debido en su mayor parte a la crisis nuclear.
Por la mala gestión de la emergencia nuclear, la compañía eléctrica ha anunciado que su actual presidente, Masataka Shimizu, abandona su puesto y será reemplazado por Toshio Nishizawa, una decisión que debe confirmarse en la asamblea general de los acccionistas prevista para finales de junio.
Se trata de la mayor pérdida neta registrada en la historia por una compañía nipona no financiera, empujada por los números rojos extraordinarios de un billón de yenes (8.550 millones de euros) a causa de la crisis nuclear en Fukushima tras el terremoto del 11 de marzo.
De los beneficios a las pérdidas
Tokyo Electric Power es una de las principales compañías eléctricas de Japón, responsable del abastecimiento de la región donde se encuentra la capital nipona, con más de 30 millones de habitantes.
Antes del accidente, Tepco había previsto cerrar el ejercicio fiscal con un beneficio neto de 110.000 millones de yenes (casi 1.000 millones de euros), una estimación que se vino abajo tras el tsunami que provocó la mayor catastrófe nuclear desde Chernóbil.
La compañía eléctrica, que se va a beneficiar de una ayuda de Estado para indemnizar a las víctimas del desastre, es incapaz de elaborar previsiones financieras para el futuro. Además Tepco reconoce que la situación en la central de Fukushima no podrá estabilizarse antes de seis meses.
La Bolsa de Tokio ha cerrado con una leve caída del 0,14% debido a la decisión del Banco de Japón (BOJ) de mantener los tipos de interés virtualmente a cero y de continuar con sus medidas de flexibilización monetaria.
Tokyo Electric Power (Tepco) subió un 2,5% hasta 367 yenes pese a que los medios ya avanzaban lo que se confirmó después del cierre de la Bolsa: una pérdida neta récord en el año fiscal 2010 por la crisis de su planta nuclear de Fukushima.