El huevo que bota
- El huevo, en contacto con el vinagre, cambia su color y textura
- Pierde la cáscara, aumenta su tamaño y se vuelve gomoso
Hay reacciones químicas que dan lugar a productos con unas características completamente distintas a las de los reactivos. En este experimento podemos comprobarlo. El vinagre puede reaccionar con la cáscara de un huevo y cambiar su color y textura.
MATERIAL
- Huevo de gallina fresco
- Vinagre
- Un vaso
EXPERIMENTO
Meter el huevo en un recipiente y se cubrirlo con vinagre. Nada más sumergirlo se forman unas burbujas en la superficie del huevo.
Transcurridas 24-48 horas sacamos el huevo y lo lavamos con agua. La cáscara ha desaparecido y la consistencia del huevo es gomosa. Al presionar con los dedos se deforma sin romperse y si se deja caer desde una cierta altura bota.
También observamos que el huevo ha aumentado de tamaño. Esto sucede porque la cáscara del huevo es semipermeable, es decir, hay sustancias que pueden pasar al interior del huevo o salir de él. En esta ocasión parte del líquido ha entrado dentro del huevo.
EXPLICACIÓN
Las moléculas de ácido acético (comúnmente llamado vinagre) reaccionan con las de carbonato cálcico (que es el principal componente de la cáscara del huevo).
Como resultado se libera dióxido de carbono (las burbujas de gas que observamos al inicio) y se forma acetato de calcio. Con la cantidad de vinagre suficiente desaparece toda la cáscara de huevo.