El Reina Sofía trae a Europa a la brasileña Lygia Pape con una 'performance' multitudinaria

• Es una de las grandes artistas contemporáneas de Brasil
• La perfomance será este martes a las 20.00 horas frente al museo

Una de las obras de Lygia Pape, 'Ttéia Quadeada' (1076-2002), del Paço Imperial de Río de Janeiro, que puede verse en el Reina Sofía.

Pese a ser uno de los grandes nombres del arte contemporáneo brasileño, Lygia Pape (1927-2004) no es demasiado conocida en Europa. Pero el Museo Reina Sofía quiere ponerle remedio con la primera exposición monográfica que se le va a dedicar a la artista en el viejo continente, "Lygia Pape. Espacio imantado", que se presentará este martes con la performance Divisor, una acción que consiste en una enorme tela blanca a través de la cual el público asoma la cabeza mientras su cuerpo queda envuelto en el tejido.

La exposición, organizada en colaboración con el Projeto Lygia Pape, podrá verse del 24 de mayo al 3 de octubre en el museo madrileño y la perfomance será este martes a las 20.00 horas en la misma plaza de Sánchez Bustillo de Madrid, frente a la entrada principal del Reina Sofía.

La muestra dedicada a esta fundadora del Neo-concretismo,  junto a sus compatriotas Hèlio Oiticica y Lygia Clark, estará integrada por alrededor de 250 obras entre pinturas, relieves, xilografías, perfomance -mostradas a través de vídeos, fotografías y objetos-, poemas, collages y producción cinematográfica. Precisamente serán las películas experimentales las grandes protagonistas de la exposición, ya que la selección que se presentará nunca hasta ahora ha sido expuesta en su conjunto.

Se verán sus piezas más conocidas, como sus Tecelares y Livros; las menos difundidas, como la producción cinematográfica y los Ballets Neoconcretos; y, como núcleo de la muestra, las Tteias, unas impresionantes instalaciones realizadas con filamentos plateados, dorados o transparentes que sumirán al espectador en un espacio dominado por la luz y la abstracción poética.

Precursora del arte contemporáneo brasileño

Esta artista experimental está considerada una de las más importantes de Brasil, ya que superó todos los límites formales y conceptuales en muy variados soportes, desde la pintura a las instalaciones o las performances.

En sus inicios artísticos en los años 50 formó parte del movimiento del Concretismo en Río de Janeiro, basado en el arte abstracto de pintores europeos como Malevich o Kandinsky, organizado en el Grupo Frente en 1953. En 1959, Lygia Pape, Hèlio Oiticica y Lygia Clark inauguran el Neoconcretismo, cuyo manifiesto fundacional está considerado el inicio del arte contemporáneo brasileño y que desarrolla una obra encaminada hacia su inclusión en la vida real.

La característica principal de la obra de Pape es la de integrar las esfeas estética, ética y política y favorecer la interacción entre arte y espectador. Durante su época neoconcreta, la artista investigó el dualismo entre materia y forma con obras como Ballet Neoconcreto y Tecelares, que se verán en el Reina Sofía. Además, la aproximación de su obra a la vida la llevó a la inserción de la temporalidad y a una transformación constante de los medios.

Tras reflexionar sobre la forma, Pape se interesó por la luz y los efectos de la visión del espectador en sus Livros; y, a lo largo de los 60, trabajó en varias perfomance, como la que se repetirá en el Reina Sofía, Divisor, ya que esa era precisamente una de sus intenciones, que estos trabajos colectivos se pudieran repetir cuando ella no estuviera presente. Con estas performance la artista rompe el límite entre observador y participante, invitando a la multitud a completar la obra.

A finales de los 60, y en medio de una fuerte represiçon política en Brasil, realiza sus 'cajas' como una crítica ácida de los valores de las élites e instituciones culturales.

En las obras de su último periodo, Pape volvió a trabajar sobre el objeto y la instalación entendidos como la representación de sensaciones, el intento de crear una manifestación eventual cuyo carácter no es permanente y que contiene una narratividad subyacente.