El crecimiento de la OCDE mejora ligeramente para 2011, hasta el 2,3%, con la excepción de Japón
- La economía mundial crecerá un 4,2% por el tiron de los países emergentes
- El PIB de Estados Unidos avanzará un 2,6% y el de la zona euro, un 2%
La OCDE mejora las expectativas de crecimiento económico para buena parte de sus países miembros en 2011, a la vista de que la recuperación tiene cada vez una base más amplia y sostenida con la notable excepción de Japón, afectado por los daños del terremoto y el "tsunami" de marzo.
En su informe semestral Perspectivas Económicas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advirtió en cualquier caso de que los riesgos "siguen siendo elevados" y que la situación se podría torcer.
La organización cree que los mercados emergentes seguirán siendo los que tiren de la economía mundial, que crecerá este año un 4,2% (tras el 4,9% logrado en 2010) y un 4,6% el próximo.
En la OCDE, la progresión será del 2,3% en 2011 y del 2,8% en 2012 (después del 2,9% en 2010), las mismas cifras que había anunciado en el informe anterior.
Petróleo y paro preocupan
Los principales riesgos que ve la OCDE son que continúe la escalada del precio del petróleo a causa de la inestabilidad en algunos de los grandes países productores o que la recuperación de Japón en la fase de reconstrucción tras el seísmo sea muy lenta o acarree problemas de aprovisionamiento a otros países, en particular a China.
Pero también los derivados de los elevados niveles de deuda en algunos de los países de la organización y de la situación en ciertos mercados inmobiliarios, problemas que de recrudecerse podrían arrastrar a los mercados financieros a la baja.
Además, los autores del estudio pusieron el acento en la "preocupación por el elevado paro", ante lo cual consideraron que "urge" realizar reformas estructurales en el mercado laboral que eviten que ese desempleo se enquiste.
Unas políticas que, según el economista jefe de la OCDE, Pier Carlo Padoan, tendrían que hacer más eficaces los servicios de colocación, reequilibrar la protección entre los trabajadores temporales e indefinidos en favor de los primeros o reducir la fiscalidad del trabajo, además de establecer más competencia en el comercio y en los servicios profesionales.
Caída del PIB de Japón
Sí cambian con respecto a noviembre las previsiones de algunos países, y en particular la de Japón que en lugar de registrar un aumento del producto interior bruto (PIB) del 1,7% este año, sufrirá una caída del 0,9% a causa del terremoto-"tsunami", antes de recuperarse un 2,2% el ejercicio próximo.
Ese desastre, que según las autoridades japonesas ha causado destrozos equivalentes a entre el 3,3% y el 5,2% del PIB del país, no debe tener un amplio impacto negativo directo sobre el crecimiento en el resto del mundo.
Y por eso la situación es compatible con una revisión al alza de las expectativas de la OCDE este año tanto para Estados Unidos, con una subida del PIB del 2,6% (cuatro décimas más de lo augurado hace seis meses) como para la zona euro, con un 2% (tres décimas más).
Para 2012, los autores del estudio han mantenido en esos dos bloques las mismas cifras de crecimiento (3,1% para EEUU y 2% para la zona euro) que siguen ilustrando las diferencias de grado en la recuperación a uno y otro lado del Atlántico.
Las explicaciones hay que buscarlas sobre todo en los tres países que han tenido que solicitar el rescate financiero -Grecia, Irlanda y Portugal- cuyo PIB bajó en la segunda mitad de 2010. En España, la situación no fue tan grave, pero durante ese semestre la demanda interna tuvo una caída relevante por la crisis de la deuda .
De acuerdo con el mismo diagnóstico, para este ejercicio, España será el único de este grupo que tendrá un crecimiento positivo (0,9%), aunque menos de la mitad del conjunto de la zona euro, mientras Irlanda permanecerá estancada (0%) y tanto Portugal como sobre todo Grecia retrocederán (-2,1% el primero -2,9% el segundo).
Refiriéndose a estos cuatro, pero también a otros grandes países que tienen fuertes problemas de deuda, como Estados Unidos y Japón, la OCDE insiste en que a pesar de algunas mejoras, las necesidades para estabilizar el agujero de las finanzas públicas son "sustanciales".