El Gobierno evita hablar de la derrota electoral y del movimiento del 15-M en el Congreso
- El presidente asegura que son los partidos los que deben valorar las elecciones
- Zapatero y Rubalcaba insiste en que el fin del Gobierno es la recuperación económica
El Gobierno evitó este miércoles hablar en el Congreso de la reciente derrota electoral en las autonómicas y municipales y de las protestas del movimiento 15-M, que pide desde hace más de una semana un profundo cambio en el sistema político.
El primero fue el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, esquivando a Joan Ridao. El portavoz de ERC le preguntó si tenía pensado dar un giro hacia la izquierda, ya que "mientras ésta llenaba las plazas, la derecha llenaba las urnas" el pasado domingo. Zapatero, muy escueto, se limitó a contestar que "las valoraciones sobre el resultado electoral corresponden a los partidos".
Ridao hizo hincapié en no querer ser oportunista con las manifestaciones, pero insistió en la importancia de recuperar un programa de izquierda en vez de "seguir satisfaciendo a los mercados". El presidente, con algo de ironía y aparentemente cansado de las acusaciones sobre sus vaivenes políticos, respondió que el objetivo del Gobierno no ha cambiado: "Conseguir la recuperación, mantener la estabilidad financiera y volver a crear empleo. No sé si eso es un giro a la izquierda o no".
"La peor crisis en 80 años"
Precisamente sobre el empleo le preguntó Mariano Rajoy. El líder de la oposición no entró en el resultado electoral y se centró en recalcar a que España tiene "el doble de paro juvenil que la media de la UE", un dato que Zapatero volvió a atribuir a la "peor crisis en 80 años".
"Sólo crearemos empleo si recuperamos la actividad económica, y para ello son necesarias las reformas. España llegó a la tasa de paro más baja de la historia con este Gobierno, pero esta crisis ha cambiado las circunstancias. Los agentes económicos necesitan confianza para contratar y hemos tomado decisiones difíciles que van a producir resultados a corto y medio plazo", aseguró Zapatero.
La sesión de control subió de temperatura, como siempre, con el ya habitual duelo entre Soraya Saenz de Santamaría y Alfredo Pérez Rubalcaba. La portavoz del PP arrancó su intervención con fuerza, atacando al vicepresidente primero con el resultado de las urnas el 22-M. "Hace meses le pusieron aquí para explicar mejor las decisiones del Gobierno. Pues bien, el efecto Rubalcaba es el peor resultado electoral de los socialistas".
Rubalcaba, en la misma línea que Zapatero, evitó responder y se limitó a recordarle que esa no era la pregunta, pero Saénz de Santamaría insistió . "El domingo los españoles han dicho cómo quieren que sea el futuro y los socialistas no están en él. Los españoles han dicho sí al cambio" y no a un partido "que ha convertido una crisis económica en una crisis social".
El vicepresidente tiró de su "experiencia" parlamentaria para acusarla de falta de orginalidad, tanto a ella como a Gil Lázaro, al que le dijo que le recordaba a "la canción de Bartolo y la flauta". "He vivido muchas interpretaciones electorales, pero esta es muy original", concluyó Rubalcaba.