Los inversores extranjeros ya poseen más de la mitad de la deuda pública española
- España emitió menos deuda en 2010, pero tuvo que pagar más por ella
- En el mercado secundario, el diferencial con el bono alemán se triplicó
- En total, el saldo de la deuda superó el medio billón de euros en 2010
Ver también: Especial sobre la crisis de deuda
Los inversores extranjeros ya poseen más de la mitad de la deuda pública española, al tener 291.000 millones de euros, el 53,4% de los 526.144 millones de euros a los que asciende el saldo de la deuda española en circulación, según refleja la memoria de la deuda pública española de 2010, presentada este martes por el Banco de España.
Aunque desde 2009 los inversores extranjeros ya eran el principal grupo de tenedores de deuda pública, durante el año pasado aumentaron en casi siete puntos su peso, al adquirir 70.000 millones de euros más en deuda española que un año antes.
Se distancian así de los inversores institucionales (fondos de inversión y de pensiones, aseguradoras), que representan el 17,2% de las tenencias con una ligera subida, y sobre todo de las entidades crediticias, es decir, bancos y cajas, que redujeron su cartera de deuda pública en casi siete puntos y ahora tienen un 12,9%.
Pese a que el organismo supervisor no ofrece detalles sobre la procedencia geográfica de los inversores, el subdirector de deuda del Tesoro Público, Ignacio Fernández, ha señalado en la presentación que Francia sigue siendo el primer país tenedor e incluso durante al año pasado aumentó sus compras de deuda española, al contrario, por ejemplo, que Alemania.
Fuera de Europa, las compras de deuda de Estados Unidos y de los países asiáticos y de Oriente Medio -considerados globalmente- han bajado, de forma que la región, que en 2009 tenía el 28% de la deuda española, en 2010 redujo sus tenencias a algo más del 26%.
Menos deuda para parar el déficit
Durante el año pasado, España redujo su emisión neta de deuda un 45%, coincidiendo con el inicio de la crisis de la deuda soberana que afecta a los países periféricos del euro y con las medidas de control del déficit puestas en marcha por el Gobierno, aunque el coste medio que tuvo que soportar por esa financiación creció en 37 puntos básicos, hasta el 2,54%.
Así, en el mercado secundario de deuda -donde los inversores se intercambian los títulos ya emitidos-, el diferencial del bono español a diez años respecto al alemán se triplicó a lo largo del año, ya que cerró 2009 en 69 puntos básicos y a diciembre de 2010 era 247 puntos básicos.
En total, el Estado emitió deuda por valor de 67.147 millones de euros, frente a los 116.881 millones de euros del años anterior, lo que supone un cambio de tendendcia tras dos años en los que ese volumen había aumentado. De este modo, el saldo de la deuda en circulación aumentó en menor medida durante 2010, un 13,9%, hasta alcanzar los 526.144 millones de euros.
Los inversores siguen demandando deuda española
Pese a ese aumento de los costes financieros, el responsable de instrumentación de la Política Monetaria del Banco de España, Javier Maycas, ha destacado que el Tesoro Público "no tuvo ninguna dificultad para conseguir el volumen de financiación que quería para sus necesidades de financiación", resaltando el aumento de la demanda: el volumen de peticiones fue de 2,9 veces la deuda que finalmente se vendió, frente a 2,2 veces en 2009.
También en el mercado secundario se mantuvo el interés de los inversores por la deuda española, ya que se intercambiaron 18,6 billones de euros en títulos españoles, prácticamente la misma cantidad que en el anterior, mientras que en los años anteriores la compraventa había caído.