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Madrid descubre a Atget, el fotógrafo del viejo París que cautivó a los surrealistas

  • La Fundación Mapfre lo presenta en Madrid hasta el 27 de agosto
  • Tomó sus imágenes de París entre 1898 y 1927

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COLLEGE SAINT-MICHEL, ANCIEN COLLEGE DE CHANAC, 12 RUE DE BIEVRE, 5EME ARRONDISSEMENT, PARIS
Collège Saint-Michel, ancien collège de Chanac, 12 rue de Bièvre. Paris (Vème arr.), août 1900. Photographie de Jean-Eugène-Auguste Atget (1857-1927). Paris, Musée Carnavalet.

El francés Eugène Atget (1857-1927) se inició en la fotografía buscando una forma de sustento, tras fracasar en otras áreas, y, sin quererlo, con sus imágenes desiertas y enigmáticas del viejo París, se convirtió en el inventor de la fotografía moderna y el inspirador de los surrealistas. Pese a la trascendencia de su trabajo, hasta ahora su obra no se había presentado en Madrid, a donde llega gracias a la Fundación Mapfre, del 27 de mayo al 27 de agosto.

La exposición "Eugène Atget. El viejo París" recoge más de 200 imágenes que retratan la ciudad de París y sus alrededores tomadas entre 1898 y 1927, año de su muerte, y que representan su aportación fundamental a la historia de la fotografía. Los fondos, seleccionados por los comisarios de entre más de 4.000 ejemplares, proceden del Musée Carnavalet de París, de la George Eastmann House de Rochester y de las colecciones de la Fundación Mapfre.

Atget fue uno de los precursores de la fotografía documental y sus enigmáticas imágenes han inspirado y siguen inspirando a muchos artistas. Así, su visión fotográfica moderna inspiró a fotógrafos surrealistas como Brassaï, Cartier Bresson o Roger Livet, o a Walker Evans, dentro de la fotografía documental.

"Los surrealistas le catapultaron como una figura de la cultura moderna", ha dicho en la presentación de la exposición uno de sus comisarios, Carlos Gollonet. De hecho, Berenice Abbot y Man Ray fueron de los primeros en reconocer su talento y, de hecho, la exposición recoge en un apéndice una selección de 43 fotografías de Man Ray sobre tipos y ambientes parisinos fechados entre 1899 y 1926, que reflejan el interés que despertó en los surrealistas.

El París alejado de la Belle Époque

Agtet comenzó trabajando como fotógrafo comercial, suministrando a los pintores de estudio detalles de flores, objetos y árboles que les servían como modelos, pero cuando empezó a fotografiar las calles de París, prestigiosas instituciones como el Musée Carnavalet y la Bliothéque Nationale se convirtieron en sus clientes.

El París retratado por Atget muestra una ciudad alejada de los tópicos de la Belle Époque. Imágenes del viejo París de zonas que no se vieron afectadas por la renovación arquitectónica del barón Haussmann, con calles y edificios despoblados, con encuadres austeros y originales que mostraban un retrato misterioso de la ciudad, de un París que desaparecía. "Me atrevo a decir que poseo el viejo París", llegó a afirmar no sin razón el artista.

La exposición se divide en doce secciones que siguen las agrupaciones temáticas organizadas por el propio Atget: pequeños oficios, tipos y comercios parisinos; las calles de París; ornamentos; interiores; los coches; jardines; el Sena; las calles de París; extramuros; y alrededores de París.

Pese a la modernidad de su visión fotográfica, su técnica se remonta a la fotografía del siglo XIX, con una cámara de fuelle de 18 x 24 centímetros, de madera y de alrededor de 20 kilogramos, que hacía necesario utilizar un trípode y que estaba dotada con placas de vidrio que le permitían recoger con nitidez cada pequeño detalle. Para el revelado utilizaba papel de albúmina, sensibilizado con nitrato de plata y revelado con luz natural, virado finalmente al oro.

Tras su paso por Madrid, la muestra viajará a Rotterdam, París y Sidney.

Dibujos del siglo XX

Por otra parte, la Fundación Mapfre dedica otras dos salas a otra exposición titulada "La mano con lápiz. Dibujos del siglo XX. Colecciones Fundación Mapfre", que también estará abierta hasta el 27 de agosto.

La muestra ofrece una cuidada selección de más de un centenar de dibujos que nos aproximan a un extenso panorama del arte del siglo pasado, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Esta colección de dibujos permite establecer una historia coherente del desarrollo del arte de la primera mitad del siglo XX, en la que se hace especial hincapié en la trascendencia que éste tuvo en España.

La exposición recoge dibujos de Mariano Fortuny, Joaquín Sorolla, Joaquim Sunyer, Eric Casanovas, Francis Picabia, Auguste Renoir o Egon Schiele. También se podrán ver obras de Picasso, Joaquín Torres García, Dalí, Miró, Tapies, Chillida, Rodin, Gustav Klimt, Henri Matisse, Nonell, Paul Klee, Benjamin Palencia o Manuel Ángeles Ortiz.