Dos muertos y decenas de heridos en las protestas contra el presidente de Georgia
- Los manifestantes exigen la dimisión del presidente, Mikheil Saakashvili
- La policía ha detenido a decenas de personas tras cinco días de protestas
Un policía y un manifestante han muertos en los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y activistas opositores que han protestado en Georgia contra el presidente Mikheil Saakashvili, mientras que otras 37 personas han resultado heridas y hay decenas de detenidos, según ha informado el Gobierno.
La policía antidisturbios ha utilizado gases lacrimógenos, cañones de agua, porras y balas de goma para dispersar a los manifestantes que exigen la dimisión del presidente georgiano en las calles de Tiflis, la capital.
Los fallecidos han sido identificados como Nodar Tsjadadze, un expolicía que estaba entre los opositores, y Vladímir Matsurashvili, un miembro de las fuerzas antidisturbios. Ambos fueron atropellados supuestamente por la comitiva de vehículos de la líder del opositor Consejo Popular que convocó las protestas, Nino Burjanadze.
"Según la disposición y el carácter de las heridas, Nodar Tsjadadze fue atropellado igual que el teniente de policía Vladímir Matsurashvili", ha informado Shota Utiashvili, el portavoz del Ministerio del Interior de Georgia. "Burjanadze y su marido se apresuraban a abandonar la escena en un convoy de cinco jeeps. Uno de los vehículos de su convoy golpeó a un policía que más tarde murió en el hospital".
Decenas de opositores detenidos
La policía decidió intervenir después de que los cerca de 3.000 opositores que se habían concentrado en la avenida Rustaveli, la principal arteria de Tiflis, se negaran a dispersarse. Varias decenas de personas han sido detenidas por las fuerzas de seguridad en un intento de poner fin a cinco días de protestas.
Burjanadze, exiliada de Saakashvili, manifestó en un canal de televisión que la oposición seguirá luchando para derrocar al actual presidente. Sin embargo, no ha podido ser localizado para realizar comentarios sobre este suceso.
Los opositores acusan al pro-occidental Saakashivili de monopolizar el poder desde la Revolución de la Rosa en 2003, que derrotó a la vieja guardia post-soviética en el estado del Caúcaso, clave en el transporte de petróleo desde el Mar Caspio a Occidente.
"El pueblo de Georgia busca la libertad para determinar su propio futuro, y por mucho tiempo sus deseos han sido barridos por el férreo régimen autoritario del presidente Saakashvili, decía Burjanadze en una declaración ante la protesta.
Cinco días de protestas
El pasado sábado, la policía georgiana ya cargó contra varios miles de opositores que demandaban la dimisión de Saakashvili en la capital y también en la ciudad de Batumi, protestas que desembocaron en la detención de unos 300 manifestantes.
Georgia no ha recuperado del todo la estabilidad desde las multitudinarias protestas opositoras de noviembre de 2007, que obligaron a Saakashvili a decretar el estado de excepción.
Los partidos opositores acusan a Saakashvili de ser reelegido mediante fraude y le responsabilizan de la derrota en la guerra contra Rusia por el control de la separatista Osetia del Sur, que habría impedido el ingreso de Georgia en la OTAN.
Por su parte, el jefe del comité de Exteriores del Parlamento de Georgia, Akaki Minashvili, denunció esta semana que Rusia está detrás de las protestas opositoras.