Alemania cerrará sus centrales nucleares a principios de 2022
- Se convertirá en la primera gran potencia en abandonar a la energía atómica
- El Ministro de Medio Ambiente dice que la decisión es "irreversible"
Alemania cerrará su último reactor nuclear en 2022 y se convertirá así en la primera gran potencia en abandonar a la energía atómica. Lo ha anunciado el ministro de Medio Ambiente, Norbert Röttgen, quien ha descrito la decisión tomada por el ejecutivo como “irreversible”.
Los miembros de la coalición de Gobierno, tras varias horas de negociaciones, han fijado un calendario por el que los 17 reactores operativos en territorio alemán se cerrarán gradualmente y estarán fuera de servicio definitivamente para finales de 2021, informa Afp.
De ellos, los siete reactores más antiguos ya habían sido desconectados de la red eléctricapoco después del accidente en la central japonesa de Fukushima y estaban a la espera de los resultados de una auditoría encargada por la canciller Angela Merkel a mediados de marzo.
Finalmente estos siete no se volverán a activar y a ellos se unirá un octavo reactor, según ha agregado Röttgen. Además, el ministro ha aclarado que se trata de una decisión definitiva, por lo que "no habrá cláusula de revisión", a pesar de que algunos partidos políticos habían solicitado que la medida pudiera revisarse en un futuro
El Gobierno formalizará su decisión el próximo 6 de junio, aunque Merkel ya ha dado durante la noche de este domingo el inusual paso de recibir a los líderes de la oposición para conseguir su apoyo.
El accidente de Fukushima
Con esta decisión, Merkel, ha tomado una de las decisiones más importantes de su mandato. El pasado marzo, la canciller alemana dio marcha atrás a su moratoria para prolongar la vida instalaciones atómicas en Alemania, un país donde la mayoría de los votantes son contrarios a este tipo de energía.
Además, este era también una de sus principales promesas en su campaña para las elecciones parlamentarias en otoño de 2009 .
El punto de de inflexión en su decisión ha sido el accidente de la central nuclear de Fukushima, producido tras el terremoto de Japón. El Gobierno de Merkel ordenó dentener de inmediato las plantas más antiguas y puso en marcha un debate sobre el abandono de la energía nuclear.
El lobby nuclear
Sin embargo, el Gobierno de Merkel tendrá que lidiar con el descontento del lobby nuclear. La industria alemana ya ha advertido de que el cierre prematuro de los reactores nucleares podría tener unas consecuencias nefastas, especialmente si no se plantea una alternativa para sustituir la energía que producen, el 23% de la que se consume en el país.
El presidente de la Federación de la Industria Alemana (BDI), Hans-Peter Keitel, afirma que las consecuencias del apagón nuclear pueden ser irreversibles y que será más difícil y más caro lograr los objetivos de protección del clima ya que se deberá compensar la pérdida de las nucleares con más centrales de carbón y gas, y comprar más certificados de emisión, lo que encarecerá el precio de la electricidad.
La industria alemana exige "alternativas que no lastren a la economía, al consumidor y al clima más de lo debido", según Keitel.
En esta línea se manifestaba la canciller, Angela Merkel, antes de entrar en la reunión. "Creo que estamos en el buen camino, pero hay muchas dudas que resolver. Si quieres acabar con algo, también tienes que decir cómo podemos conseguir un suministro de energía duradero y sostenible", ha dicho, en declaraciones recogidas por la BBC.
Precisamente, para solventar un desabastecimiento, en el caso de que las energías renovables y los combustibles fósiles no sean suficientes para atender la demanda energética, la coalición ha acordado mantener en "reserva fría" hasta 2013 uno de los reactores