Berlusconi tras su derrota electoral: "Que los milaneses recen y el buen Dios les salve"
- Durante la campaña aseguró que solo alguien sin cerebro votaría la izquierda
- Según los analistas, su derrota es un presagio de lo que pasará en el país
"Que los milaneses recen y el buen Dios les salve". Es una de las reflexiones de Silvio Berlusconi tras conocer el resultado electoral. En campaña había afirmado que solo una persona sin cerebro podía votar a la izquierda. Hoy el centro derecha italiano se da un baño de realidad con la derrota en la segunda vuelta de las municipales.
Milán y Nápoles son las ciudades presagio del país. En ambas gana el centro izquierda. Algunos analistas hablan ya del final de una época que comenzó en 1994 con la irrupción de Il Cavaliere en la política
Tras casi 20 años Milán deja de ser feudo conservador. Giuliano Pisapia ha ganado por más de 10 puntos de diferencia.
Nueva etapa
El nuevo alcalde de Milán es hombre de pocas palabras y confiesa la gran conmoción que ha sentido al ver la Piazza del Duomo con esas ganas de cambio y esas expectativas
Milán, Nápoles, Trieste, Cagliari. Todas las principales ciudades que han necesitado de segundo turno se han inclinado por las opciones progresistas. El líder de la Italia de los Valores, Antonio di Pietro, se ha apresurado a pedir la marcha de Berlusconi. Es más un precipitado deseo que un hecho. Lo que sí ha quedado claro es que en Italia se anuncia una nueva era aunque el tránsito pueda ser largo
De momento, el primer ministro ha recibido lejos de Italia estruendoso desastre electoral. Según ha comentado en este viaje oficial en Rumanía ha hablado ya con Bossi, el líder de la Liga Norte. Y tras reconocer la derrota ha dicho que es evidente el fracaso pero él es un luchador y seguirá adelante.
"Hemos perdido, es evidente. No existe otro camino que el de permanecer tranquilos y seguir. La mayoría está cohesionada y determinada a llevar a cabo las reformas", ha admitido el primer ministro italiano desde Rumanía. Y, tras este ejercicio de franqueza poco común, ha lanzado una advertencia más fiel a su estilo a los napolitanos y milaneses: "Os arrepentiréis".