Caen las ventas del pepino de Almería en Mercabarna y Mercamadrid
- El pepino de Almería no se ha vendido en Mercabarna
- Las ventas de pepino se reducen a la mita en Mercamadrid
- Esta reducción perjudica a mayoristas y detallistas
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Mercabarna no ha podido fijar el precio del pepino de Almería porque no ha logrado vender esta mercancía por la llamada crisis del pepino. Hace tan solo una semana, se vendieron más de 185 kilos.
Por el contrario, las ventas del pepino procedente de cooperativas catalanas han sido buenas si tenemos en cuenta que la temporada aún no ha alcanzado su máximo.
En Mercamadrid, sí se ha fijado precio pero su venta se ha reducido a la mitad. Desde la Asociación de Empresarios Mayoristas del Mercado Central de Frutas de Madrid (Asomafrut) apuntan que las ventas tanto del pepino de Andalucía como el de Madrid se han reducido al 50% con respecto a la semana pasada. El martes y el sábado anterior fueron los días fuertes de venta con un total de ventas de 250 kilos durante la pasada semana.
Tanto Mercabarna como Mercamadrid apuntan que la contracción de las ventas aún no se ha extendido a otros productos hortofrutícolas.
La crisis del pepino se produce después de que las autoridades alemanas alertaran de un significativo aumento de enfermos con diarrea sanguinolenta. En una inspección con muestras aleatorias, tres pepinos de procedencia española vendidos en el mercado de Hamburgo dieron positivo en la bacteria Escherichia coli, causante de este brote.
A partir de ese momento, las autoridades sanitarias están tratando de dilucidar donde está el foco de contaminación. El número de fallecidos a causa de esta cepa varía de los 15, según las autoridades alemanas, a los 3 que solo confirma la comisión europea. Bruselas también rebaja la cifra de afectados dada por Alemania, de 1400 a 410.
María González, gerente de Asomafrut, reconoce que esta situación de ""temor o inconcrección" afecta no solo a los agricultores, sino también perjudica al resto de la cadena, tanto mayoristas como detallistas.
González asegura que esta situación puede ser o bien "la punta del iceberg o quedarse circunscrita a un sólo producto, o ni siquiera a eso, porque aún está por determinar que pasó durante el proceso" de transporte hasta los establecimientos.