Llegan las placas base de PC con 'discos de memoria' integrados
- Incorporan la memoria para almacenamiento dentro de la propia placa
- Se comportan como un pequeño disco duro ultra-rápido
A la larga, los discos acabarán desapareciendo en favor de las SSD
Un fabricante de componentes para PC llamado Gigabyte ha anunciado una placa madre con unidad SSD integrada que permite mejorar notablemente el rendimiento de los equipos domésticos y de oficina.
Las SSD son unidades de estado sólido que reemplazan a los discos duros, con la ventaja de que son mucho más rápidas al estar compuestas básicamente de memoria de acceso rápido, como la de las tarjetas de las cámaras de fotos o los tablets.
Actualmente se pueden adquirir unidades SSD externas o internas para enchufar al PC, pero la integración puede ir todavía más allá, como ha hecho esta empresa, incluyendo la unidad dentro de la propia placa madre del ordenador.
La placa en cuestión, llamada GA-Z68XP-UD3-iSSD, incorpora procesadores Core 2 de Intel y diversos chips controlados por una BIOS especial.
El modelo presentado por Gigabyte incluye una pequeña unidad SSD de 20 GB, también de Intel, que es suficiente para acelerar muchas de las funciones del equipo. A
todos los efectos se comporta como un pequeño disco duro conectado al ordenador, con la diferencia de que al ir integrado en la propia placa es muchísimo más rápido.
Memoria de información frecuente
La forma de aprovecharlo automáticamente es mediante una tecnología de Intel llamada Smart Response, que básicamente guarda en la memoria de la unidad –al igual que hacen las 'memorias caché'– la información solicitada con más frecuencia por el usuario y por el sistema.
20 GB es una cantidad de almacenamiento en la que cabría prácticamente un sistema operativo completo y bastantes datos adicionales de todo tipo que se usen a menudo.
“Según explica el fabricante esta placa puede llegar a ser hasta cuatro veces más rápida“
Según explica el fabricante esta placa puede llegar a ser hasta cuatro veces más rápida que otras similares que utilizan conexiones a discos duros o incluso el doble que algunos sistemas híbridos (disco/memoria).
La elección de una unidad SSD de 20 GB de tamaño parece razonable teniendo en cuenta que el precio de este componente es el mayor problema a día de hoy de este tipo de unidades, bastante más caras que los discos duros convencionales.
A la larga, parece claro que todos los equipos acabarán prescindiendo de los discos duros mecánicos y giratorios actuales en favor de este tipo de unidades, más seguras, silenciosas y fiables, pero a día de hoy resultan demasiado caras, de ahí que este paso intermedio sea un buen compromiso entre velocidad y precio.