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Lobos de Arga: Juan Martínez Moreno: ¡Seguimos en montaje!

  • El director nos comenta cómo es el proceso de montaje de la película
  • "Después de cinco versiones ya se ve la peli que queremos hacer", asegura

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Un momento del rodaje de 'Lobos de Arga'
Un momento del rodaje de 'Lobos de Arga'

Y aquí seguimos en montaje, a punto de terminar la imagen. Para que sepáis como va esto: primero se lleva a cabo el primer montaje de imagen, vamos, pegar los planos que has rodado para que todo tenga algún sentido. Una vez hecho esto, te pones a cortar.

O sea, a quitar cosas que por una razón u otra no encajan en la película. Algunas veces por que son repetitivas, otras veces por que no han quedado como tu querías, o por que afectan al ritmo de la película en un momento determinado…

En fin, lo más normal es que del primer al último corte de montaje hagas unas cinco o seis versiones. Nosotros andamos por la quinta, todavía queda alguna más, pero ya se ve la peli que queremos hacer, está ahí, ahora hay que afinarla, arroparla y vestirla.

Un montador de lujo: Nacho Ruíz Capillas

Por supuesto, a estas alturas la máquina de golosinas está vacía a media mañana todos los días. Estoy manteniendo a una empresa de máquinas expendedoras de  guarradas a costa de mi úlcera y mi ansiedad.

Gracias a Dios tengo la inmensa suerte de contar con la inestimable ayuda de mi montador, Nacho Ruiz Capillas (Los Otros, Agora, Intacto, Los Lunes al Sol,...). A pesar de ser amigos desde hace más de diez años, no habíamos trabajado nunca juntos y, si el quiere, repetiremos siempre que ruede una peli. Si es que ruedo otra, vamos.

Su paciencia, su sentido común, su sentido del ritmo están siendo claves para que el proyecto tome forma, la forma que queremos. Ha cogido dos kilos de carne picada y ha hecho un steak tartar de lujo.

 Todavía falta un largo camino

De todas formas, en esta peli estamos todavía lejos del resultado final. Una vez acabada la imagen, el equipo de postproducción (Isildur y compañía) se pondrá a hacer todos los planos con trucos de postproducción. Eso llevará un tiempo.

Mientras tanto, la gente de La Bocina (Pelayo y compañía) y yo nos pondremos con el montaje de sonido, que en un proyecto como el nuestro es tan complicado o más que el montaje de imagen. Para que os hagáis una idea, para un rugido de hombre lobo se mezclan más de cuatro sonidos distintos.  Y eso es lo más sencillo que tenemos.

Y paralelamente, Sergio Moure ya está trabajando en la música, haciendo maquetas en su estudio de A Coruña.

Una vez que esté todo (si tenemos suerte y vamos cagando lorzas, en Agosto) lo pegamos, afinamos una vez mas el montaje, y ya estamos, casi listos para estrenar, una vez pasados los procesos de laboratorio.

Un amigo me dijo el otro día una cosa muy bonita, y es que, a partir de ahora, lo único que puede la película es crecer.

Tengo ganas de verla crecer, como si fuera un hijo.