Moody's rebaja tres escalones la deuda griega y deja la economía en perspectiva negativa
- La agencia considera los desafíos por el nivel de endeudamiento
- Ver también el especial sobre la crisis de deuda
Las notas de la deuda
La triple AAA es el símbolo de los mejores productos, aquellos con los que el inversor tiene la plena seguridad de que recuperará su inversión. Si las agencias consideran que hay riesgo de impago, la nota se rebaja: AA, A, BBB, BB, B, CCC... hasta la D (con múltiples escalones intermedios, indicados por los símbolos + y -). El límite crítico lo marca la nota BBB: por debajo de esa nota, se considera un producto especulativo, es decir, un bono basura
La agencia de calificación crediticia Moody's ha rebajado el 'rating' de la deuda de Grecia en tres escalones, desde 'B1' a 'Caa1', debido al creciente riesgo de que Grecia no sea capaz de estabilizar su nivel de deuda sin una reestructuración, y la sitúa en perspectiva negativa.
La decisión de la agencia se produce a pesar de haber mostrado las autoridades alemanas su respaldo a la negociación de un segundo rescate al país heleno, y quedar descartada así una posible reestructuración de la deuda.
El apoyo financiero de la UE y el FMI está condicionado a la aplicación de recortes económicos en el país heleno. Las autoridades griegas han puesto en marcha un plan de austeridad, que incluye privatizaciones.
Desafíos por el nivel de endeudamiento
Moody's ve complicado que Grecia pueda controlar su nivel de endeudamiento, dados los crecientes desafíos para implementar sus medidas a los que se enfrenta el Gobierno, la elevada incertidumbre sobre las perspectivas económicas del país y el historial de incumplimiento de los objetivos de consolidación presupuestaria.
La agencia, que con esta decisión da por concluido el proceso de revisión para una posible rebaja iniciado el pasado 9 de mayo, también alude a la creciente probabilidad de que la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) exijan, en el futuro, la participación de los acreedores privados en una reestructuración de deuda como una condición previa a su apoyo financiero.