La OTAN amplía hasta septiembre su misión en Libia aunque cree que la terminará antes
- Rasmussen: "La cuestión no es saber si Gadafi se va a narchar, sino cuándo"
- El Consejo Atlántico ha acordado extender las operaciones otros tres meses
- Expiraba la zona de exclusión aérea y la misión para proteger a la población
La OTAN espera que la crisis en Libia finalice antes de septiembre con la marcha del país de Muamar el Gadafi y ha decidido ampliar en 90 días el mandato de su misión con el objetivo de incrementar la presión sobre el régimen libio.
"Espero ver una solución del conflicto antes de que expire el mandato de 90 días pero estaremos comprometidos el tiempo que requiera acabar nuestra misión", ha declarado en una rueda de prensa en Bruselas el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen.
Para Rasmussen ahora mismo "la cuestión o es saber si Gadafi se va a marchar, sino cuando" y ha estimado que su marcha "podría tomar cierto tiempo, pero también podría ocurrir mañana".
Horas antes la OTAN anunciaba la decisión de prolongar la misión hasta finales de septiembre a través de un comunicado.
"Esta decisión envía una claro mensaje al régimen de Gadafi: 'estamos decididos a continuar nuestra operación para proteger al pueblo de Libia. Mantendremos nuestros esfuerzos para cumplir con el mandato de Naciones Unidas'", afirmaba en la nota.
La Alianza Atlántica asumió el control de las operaciones internacionales en Libia el pasado 31 de marzo y aprobó un plan de operaciones por 90 días, que vencía a finales de junio.
Este tipo de pasos requieren el apoyo unánime de los 28 Estados miembros, que en marzo necesitaron de interminables reuniones para acordar la activación del dispositivo militar.
"Nuestra decisión también envía un claro mensaje al pueblo de Libia: 'la OTAN, nuestros socios, toda la comunidad internacional, está con vosotros. Estamos unidos para asegurar que podéis moldear vuestro propio futuro. Y ese día se está acercando", ha añadido Rasmussen.
Deserciones y más ataques
La Alianza ha asegurado ver claras señales de fractura en el seno del régimen de Muamar el Gadafi después de las últimas deserciones de altos mandos del Ejército.
Sin embargo, en una reunión celebrada a comienzos de esta semana en Trípoli, el líder libio le dijo al presidente sudafricano, Jacob Zuma, que no pretende dejar su país.
Antee sta situación, en las últimas semanas la OTAN ha intensificado sus ataques en especial sobre la capital con el fin de debilitar la capacidad militar del régimen.
Desde que comenzó sus operaciones en Libia, los aviones de la Alianza han llevado a cabo cerca de 9.000 salidas, de las cuales más de 3.000 han sido de ataque.
Con antelación
Fuentes aliadas han explicado que la extensión de la misión acordada por los embajadores de los Veintiocho y representantes del resto de socios que contribuyen sólo afecta en la práctica a la zona de exclusión aérea y las operaciones de ataque para proteger a la población civil en Libia porque el embargo naval que aplican las fuerzas aliadas no se lanzó con "ninguna fecha límite".
La ampliación de la misión, que actualmente cuenta con unos 200 aviones y una veintena de buques de guerra de otros tantos países entre aliados y socios, se ha acordado "con tanta antelación" en primer lugar "porque está dando resultados" para minar las capacidades del régimen de atacar a la población.
Además, se quiere permitir que los países que aportan aviones de combates, buques, helicópteros y otros medios "planifiquen" sus contribuciones y les dé tiempo a autorizarlo "formalmente" en sus países y han confirmado que habrá próximamente "una conferencia de generación de fuerzas" para ajustar contribuciones.
España aporta a la misión cuatro cazas F-18 y dos aviones de reabastecimiento en vuelo para contribuir a aplicar la zona de exclusión aérea, así como un submarino y un avión de patrulla marítima para contribuir al embargo de armas al régimen.