Sindicatos y patronal seguirán negociando contrarreloj sobre los convenios colectivos
- Si no hay acuerdo el 10 de junio, el Gobierno aprobará la reforma por decreto
- Gómez reconoce que la postura de la CEOE dificulta el acuerdo
Los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, y el presidente de la CEOE, Juan Rosell, han finalizado la reunión de esta mañana para tratar de salvar la reforma de la negociación colectiva con el compromiso de seguir intentándolo en los próximos días, con lo que "no se ha roto" el proceso de negociación.
"No se ha roto el diálogo", han indicado fuentes de la negociación, antes de añadir que las partes "van a seguir charlando estos días". A la pregunta de si se ha percibido algún cambio en la postura de la patronal, han señalado que "el único cambio es que se preveía que la reunión iba a levantar acta de defunción de las negociaciones y que éstas van a seguir".
Más allá de los plazos, la reunión ha servido para dar un nuevo repaso a los puntos más conflictivos de las negociaciones, entre los que se encuentran la flexibilidad interna en las empresas y la prórroga automática de los convenios colectivos o ultraactividad.
Esta mañana la vicepresidenta económica, Elena Salgado, ha pedido a los agentes sociales que utilicen bien el tiempo y que sigan intentado llegar a un acuerdo "hasta el último momento", aunque ha reconocido que las posiciones "se han separado" después de las elecciones municipales y autonómicas.
"Lo razonable y deseable es que se vuelvan a acercar en los próximos días y que utilicen bien el tiempo que queda", ha señalado la número tres del Gobierno, tras admitir que antes de los últimos comicios las posiciones eran "cercanas".
Fecha tope, el 10 de junio
El Gobierno confiaba en que los agentes sociales limaran asperezas para salvar un acuerdo sobre convenios, pues ya se habían comprometido a redactar la reforma. Pero tras la última reunión del lunes, el ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, empezó a admitir que las conversaciones pueden derivar en un "fracaso final".
Ante un eventual fracaso de los contactos bilaterales, el ministro ha dejado claro que el Ejecutivo está dispuesto a legislar como muy tarde el próximo 10 de junio.
Después de intercambiar propuestas durante más de tres meses y superar en al menos dos ocasiones los plazos otorgados por el Gobierno, los sindicatos y los empresarios parecen desconfiar y no tienen claro un acuerdo. "Esto pinta mal", aseguraba el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer.
Diferencias en flexibilidad y renovación de los convenios
Ferrer se ha mostrado pesimista de cara a un pacto, al considerar que la CEOE había cedido a las pretensiones de la patronal madrileña, CEIM, y asegurar que "ha vuelto al principio" con peticiones de más discrecionalidad para el empresario en materias de flexibilidad interna, descuelgues generales en los convenios, eliminación de la ultractividad (renovación automática de los convenios) o la exclusión en los mismos de los directivos.
Pero las posiciones "inasumibles" de CEOE no se pusieron encima de la mesa hasta un "cuarto de hora" antes de sellar el acuerdo, según ha desvelado Toxo, quien llegó a decir que los agentes estuvieron "a punto" de llamar a Gómez para concretar la reforma.
El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha constatado que la CEOE "ha endurecido su postura" en la reunión del lunes, una "mala noticia" que, ha dicho, "puede estar anunciando el fracaso final en la negociación".
La reforma de la negociación colectiva es una de las materias clave en el conjunto de medidas que el Gobierno ha puesto en marcha, para cumplir el plan de competitividad pactado por los países de la Eurozona, con el objetivo de garantizar la estabilidad de la moneda única. Ese plan es un requisito para el gobierno alemán, que condiciona la ampliación del Fondo de Rescate Europeo, al cumplimiento de nuevas medidas de competitividad.