Terminan de construir la Estación Espacial Internacional tras ocho años de retraso
- La construcción de la ISS comenzó en noviembre de 1998
- La tripulación del Endeavour le ha dado los últimos toques
- Cualquier añadido a partir de ahora será considerado una ampliación
- Es el programa espacial más complejo de la historia
La recién terminada misión del Endeavour no es sólo importante por haber sido la última de la carrera de esta nave, sino porque también ha marcado el fin de la construcción de la Estación Espacial Internacional.
En concreto, los tripulantes del Endeavour han instalado en esta el Espectrómetro Magnetico Alpha y el Enhanced ISS Boom Assembly, los dos últimos componentes que faltaban.
Esto no es óbice para que en el futuro se pueda instalar algún componente más como el módulo Nauka, un módulo de ciencia ruso, o un motor VASIMR, pero en caso de que se llegaran a instalar ya serían considerados como ampliaciones de la ISS.
El Espectrómetro Magnético Alpha es, básicamente, un detector de partículas que se espera que pueda ayudar a los científicos a comprender mejor el origen del universo y su funcionamiento actual.
Por su parte, el Enhanced ISS Boom Assembly es una extensión para el brazo robot de la ISS que le permitirá tener mayor alcance, en especial a la hora de funcionar como plataforma de apoyo para un astronauta durante un paseo espacial.
Es, de hecho, el Orbiter Boom Sensor System del Endeavour, una extensión del brazo robot de los transbordadores espaciales que se ha utilizado en todas las misiones posteriores a la pérdida del Columbia en 2003 para inspeccionar el estado del escudo de protección térmica de estas tras el despegue y antes del aterrizaje, aunque convenientemente modificado en órbita por Mike Fincke y Greg Chamitoff para que se pueda acoplar al Canadarm 2.
Más de 1.000 horas de paseos espaciales
El cuarto paseo espacial de la misión, durante el que se dedicaron a instalarlo, llevó el total de horas de paseos espaciales dedicadas a la construcción de la ISS por encima de las 1.000.
Curiosamente, fue también el Endeavour el que puso en órbita durante la misión STS-88 en diciembre de 1988 el nodo Unity, el primer módulo de la Estación Espacial Internacional fabricado por los Estados Unidos, y uno de los tres junto con Harmony y Tranquility que sirven como nodos de conexión para otros componentes de la ISS.
“Es una especie de bases múltiples de enchufes a las que se conectan otros módulos y secciones de la ISS“
Con seis puntos de conexión cada uno de ellos estos tres módulos son, por así decirlo, como una especie de bases múltiples de enchufes a las que se conectan otros módulos y secciones de la ISS.
Unity, junto con el módulo de construcción rusa Zarya, lanzado un par de semanas antes que él, y el módulo Zvezda, construido también por Rusia y lanzado el 12 de julio de 2000, formaron la primera configuración habitable de la ISS, que ha estado permanentemente ocupada desde el 2 de noviembre de 2000.
Primero fue con tripulaciones de dos astronautas, luego de tres, y en la actualidad con seis habitantes, según se han ido ampliando su espacio habitable y sus sistemas de generación de energía y de soporte vital.
Un proyecto internacional
Aunque los Estados Unidos y Rusia son quienes más han contribuido al proyecto, la ISS es un proyecto internacional que surgió cuando las distintas agencias que tenían en marcha planes para construir sus propias estaciones espaciales tripuladas se dieron cuenta de que los gastos eran enormes, y que los desafíos técnicos tampoco eran como para despreciarlos.
Así, la ISS es una síntesis de distintos proyectos como la Freedom de la NASA, la Mir-2 rusa, el Columbus de la ESA y el laboratorio Kibo de la Agencia Espacial Japonesa, aunque también ha participado en su construcción la Agencia Espacial Canadiense.
Aún a pesar de la coordinación de los esfuerzos de las distintas agencias involucradas, se dan cosas curiosas como que la parte rusa y la parte estadounidense funcionan a distinto voltaje por haber aprovechado módulos ya construidos o ya parcialmente construidos para sus respectivos proyectos.
Retraso de ocho años
De hecho, la complejidad de la tarea, con un retraso añadido por la pérdida del Columbia en 2003, ha hecho que la finalización del montaje se haya ido retrasando, hasta el punto de que aunque cuando se lanzó Zarya las previsiones hablaban de tenerla terminada en 2003, esta haya terminado ocho años después de lo previsto.
“El retraso ha provocado que los participantes extiendan la misión, al menos, hasta 2020“
Este retraso ha llevado también a los distintos participantes a acordar extender su misión al menos hasta 2020, en especial teniendo en cuenta que en los planes originales el fin de la misión estaba previsto para 2016.
Con una inversión total de entre 35.000 y 160.000 millones de dólares según la fuente que se consulte, y eso que se han cancelado algunos de los módulos previstos como por ejemplo un módulo dormitorio que iba a fabricar la NASA, la ISS ha sido objeto de numerosas críticas, lo que también es un motivo más para mantenerla en funcionamiento unos años más para poder amortizar en la medida de lo posible el esfuerzo y las inversiones realizadas.
Pero mientras tanto, e independientemente del valor científico que pueda tener, no se puede negar que tiene un cierto aire de aventura el que se haya conseguido construir una casa en el espacio, aunque sea cara y para pocas personas. O
Ojalá que la experiencia adquirida sirva para que sea solo un primer paso de la expansión de la humanidad más allá del planeta que la vio nacer.