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Europa descubre la E. coli, una bacteria que causa miles de muertes en el Tercer Mundo

  • Unos 380.000 niños menores de 5 años mueren cada año por la bacteria
  • Zonas de Latinoamérica, África y Asia, afectadas habituales de la E. coli

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El bacteriólogo Holger Rohde, de la Clínica Universitaria Eppendorf de Hamburgo, señala una parte de la decodificación del genoma de la bacteria E-coli en su pantalla de ordenador en su laboratorio en Hamburgo, Alemania
El bacteriólogo Holger Rohde, de la Clínica Universitaria Eppendorf de Hamburgo, señala una parte de la decodificación del genoma de la bacteria E-coli en su pantalla de ordenador en su laboratorio en Hamburgo, Alemania.

La crisis del pepino, que ha derivado en una crisis sanitaria en Europa de primera magnitud por una cepa de la bacteria E. coli, ha descubierto al Viejo Continente una bacteria que ya conocen muy bien en otros lugares del mundo como América Latina, Asia o, incluso, Canadá.

En mayo de 2000, la ciudad canadiense de Walkerton sufrió una contaminación por la E. coli O157 que dejó cinco muertos. Entonces descubrieron el origen del brote en el sistema de suministro del agua.

Según cálculos aproximados de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la E. coli es responsable cada año de la muerte de 380.000 niños menores de cinco años en el mundo, además de 210 millones de casos de episodios de diarrea.

En total, las enfermedades diarreicas se llevan la vida de unos tres millones de menores en todo el mundo.

"La mayor parte de ellos, en América Latina, África y Asia", explica el doctor Alfredo Torres, profesor asociado de la Universidad de Texas, a BBC Mundo.

Contagio y antibióticos

La infección puede transmitirse de persona a persona, a través de las heces o por vía oral. Pero también por el consumo de alimentos o, incluso, el agua. Ante esto, se recomiendan "medidas de higiene básicas como lavarse las manos, y también las frutas y verduras antes de consumirse", ha subrayado María Neira, directora de salud pública de la OMS, en TVE.

María Neira, directora de Salud Pública de la OMS, ha asegurado que el hecho de que el brote esté muy localizado tranquiliza a la Organización Mundial de la Salud, que sigue trabajando para detectar el foco del brote. "En este tipo de brotes la investigación epidemiológica es a veces difícil. Hay que seguir todas las pistas, no dar ninguna por descartada", ha subrayado Neira, para quien las medidas de higiene básicas (lavado de mano y lavado de frutas y verduras) son la mejor arma contra el contagio.

Las autoridades sanitarias también están preocupadas por la resistencia que algunas bacterias, como la E. coli, han adquirido por uso excesivo de antibióticos.

Esta situación se ha vivido en algunos países de Latinoamérica -como México, donde los antibióticos han estado a disposición del público sin necesidad de una receta médica hasta 2010- lo que ha contribuido a la aparición y propagación de bacterias resistentes a los antibióticos.

Algunas cepas de E. coli, muy agresivas

La mayor parte de lasy están en los intestinos de los seres humanos y de los animales de sangre caliente.

Pero no todas. Desde su identificación como patógeno en 1982, la Escherichia coli O157 H7 ha ocasionado una serie de brotes en varios países como Canadá, Japón, Reino Unido o Estados Unidos. Pero también está presente en países como Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú o República Dominicana, por ejemplo.

Además es uno de los tipos más nocivos de bacterias, según la OMS, ya que es productora de la toxina Shiga, que puede producir en el paciente el síndrome hemolítico urémico (SHU), una condición que puede provocar insuficiencia renal.

En Argentina, según su Ministerio de Salud, se registran cerca de 500 casos al año de esta enfermedad provocada por la E. coli.

En Europa, al menos diez países han informado ya de que tienen pacientes con SHU, pero por la cepa que afecta a Europa ahora y que ya ha causado la muerte a 19 personas.