Ollanta Humala, el "comandante" que quiere olvidar a Chávez
- Lo llaman el "comandante" por su largo pasado militar
- En el año 2000 lideró un levantamiento militar contra el régimen de Fujimori
- En 2005 fundó el Partido Nacionalista Peruano
- Desde el 2006 ha tomado ciertas distancias ideológicas con Chávez
Reconoce que ha cambiado mucho desde 2006 porque también el país ha cambiado. Si en aquel año perdió las elecciones ante Alan García por su perfil “antisistema”, el Ollanta Humala de 2011 ha sabido fabricarse una cara mucho más amable.
En estos cinco años, Ollanta Humala se ha arrimado al Brasil de Lula da Silva -que le ha “prestado” a sus asesores de campaña- y ha tomado distancias con Hugo Chávez para dejar claras sus credenciales democráticas ante todos los que siguen calificándolo de peligroso comunista.
En este radical cambio de imagen Humala ha potenciado su imagen de político serio, que prefiere el terno al polo rojo, y apegado a su familia, con la que aparece en público con frecuencia, sin negarse incluso a buscar una fotografía, rosario en mano, con el ultraconservador Arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani.
Aunque dice no tener otra ideología que la del nacionalismo, en su equipo abundan notorios izquierdistas y su programa político recoge las clásicas banderas de la izquierda: redistribución de la riqueza, impuestos a las sobreganancias mineras y mayor peso del Estado.
El "comandante"
En su entorno lo llaman “comandante” porque Humala no reniega de sus 22 años de pasado militar, aunque le resulte incómodo asumir las estridencias de una familia marcada por la ideología ultranacionalista del “etnocacerismo”.
Ollanta Humala Tasso nació el 27 de junio de 1962 en Lima, marcado por la sombra de su padre, Isaac, antiguo militante comunista e ideólogo de la doctrina ultranacionalista y racista, pues propugna la supremacía de la “raza cobriza”, doctrina que el hermano de Ollanta, Antauro, todavía profesa.
Ingresó con 20 años en una escuela militar, que le llevó a participar indirectamente en la Guerra del Cenepa con Ecuador en 1995 y con más protagonismo en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo de Sendero Luminoso.
Pero su paso a la esfera pública se inicia el 29 de octubre de 2000 cuando lideró, junto a su hermano Antauro, un levantamiento militar contra el régimen de Alberto Fujimori, levantamiento que le llevó a la cárcel (más tarde fue amnistiado) y del que Humala siempre se ha sentido orgulloso.
Tras ser destinado como agregado militar a Francia y Corea del Sur, Humala pasó a retiro militar en 2004 y en 2005 fundó el Partido Nacionalista Peruano, en una fulgurante carrera política que le llevó a ganar las elecciones de 2006 en la primera vuelta, si bien perdió en la segunda con un 46% de votos frente a Alan García.
Aquel primer Humala aterrorizó a los sectores empresariales y a los partidos tradicionales, que orquestaron una dura campaña mediática en el que el fantasma de Chávez fue la carta más utilizada.
Convencido de que, como señaló el analista Julio Cotler, “con una posición extrema nunca iba a ganar una elección”, Humala ha trabajado en la presente campaña por paliar el temor que genera en ciertos sectores y que también en 2011 se ha plasmado en una nueva campaña mediática de hostilidad.
Nueva campaña electoral
Humala se ha desplazado hacia el centro, pero no ha dejado de ocupar el enorme vacío creado en la izquierda en una campaña electoral en la que sus principales contendientes no han hecho sino disputarse el espacio de la derecha más clásica, como destaca el historiador Cristóbal Aljovín.
Una de las personas que más han pesado en la trayectoria de Humala es su esposa Nadine Heredia, con la que ha tenido tres hijas y que siempre aparece como una sombra frente a un “comandante” que ha ido perdiendo parte la rigidez militar que lo caracterizaba hace cinco años.
Padre de familia, admirador de Brasil, político comprometido con la democracia… ¿Conseguirá la nueva profesión de fe de Humala convencer al electorado en las elecciones presidenciales de este domingo?