Trabajar de noche, o cómo vivir al revés
- Alrededor de dos millones de españoles trabajan en turnos nocturnos
- Entre el 2% y el 5% de estos, desarrollan problemas leves de salud
- Irritabilidad o alteración de la concentración, síntomas habituales
- Los trabajadores nocturnos duermen entre 1 y 4 horas menos que el resto
El hecho de que acorte la vida “es un mito”, según el doctor Pareja
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Cifras: Alrededor de dos millones de españoles trabajan en turnos nocturnos o rotatorios. De ellos, entre el 2% y 5% sufren problemas leves de salud.
Efectos: Alteración de la atención, disminución de la concentración, irritabilidad, trastornos digestivos, ataques de pánico o enfermedades cardiovasculares por un estrés crónico e incluso depresión son algunos de los efectos que puede provocar este turno laboral.
Calidad del sueño: Por regla general, las personas que trabajan de noche suelen dormir entre 1 y 4 horas menos que las que lo hacen en un horario diurno. Su sueño es de menor calidad y menos reparador.
Recomendaciones: Mantener las rutinas, los horarios y sobre todo el ritmo de las comidas son algunas de las recomendaciones que hacen los doctores.
En España alrededor de dos millones de personas trabajan en horario nocturno o con turnos rotatorios. Personal sanitario, de limpieza, policía, jueces, bomberos o periodistas son algunas de las profesiones más habituadas a estos turnos de trabajo. Pero, ¿cómo afecta al organismo vivir al revés?
Como explica el doctor Juan Pareja, responsable de la Unidad del Sueño de Hospital Universitario Quirón de Madrid a RTVE. es “el hecho de que uno trabaje cuando debería estar durmiendo produce en primer lugar alteraciones del sueño, dificultades para dormir cuando acaba de trabajar y sensación de tener mucho sueño durante el periodo de trabajo".
A parte de estos síntomas, la calidad del sueño suele ser anormal y por lo general no satisfactoria. “El no tener el descanso apropiado repercute en las relaciones sociales, laborales y afecta al rendimiento del trabajo. Simplemente no es natural, se está trabajando en un periodo en el que se debería estar dormido”, apunta el doctor Pareja.
“No es natural. Se está trabajando cuando se debería estar dormido“
Síntomas habituales
Los síntomas habituales que tiene nuestro cuerpo cuando se trabaja de noche suelen ser alteración de la atención, disminución de la concentración, irritabilidad, trastornos digestivos, ataques de pánico o enfermedades cardiovasculares por un estrés crónico.
Como apunta el doctor Pareja, “también hay casos en los que se puede llegar incluso a la depresión, lo que puede llevar a algunas personas a automedicarse, a tomar pastillas para dormir o para mantenerse despierto mientras trabaja”.
Por regla general, las personas que trabajan de noche suelen dormir entre 1 y 4 horas menos que las que lo hacen en un horario diurno.
El trabajo nocturno suele producir más estrés que el de un turno normal, ya que “están sometidos a una tensión de los ritmos biológicos, un estrés añadido al que pueda tener el propio trabajo”, explica Juan Pareja.
Adaptación del organismo
En cuanto a los efectos psicológicos que causa este turno laboral, depende de la adaptación de cada organismo a los cambios de luz y oscuridad.
“Esta adaptación suele ser más potente en la juventud, las personas de cierta edad tienen menos adaptabilidad a los cambios", explica el doctor. “Sería prudente que a partir de los 40 años y sobre todo de los 50, no someter a los trabajadores a cambios de turno porque la capacidad que tienen para adaptarse disminuye según cumplen años", apunta el experto.
“A partir de los 40 años empieza uno a tener poca elasticidad para adaptarse a los cambios horarios“
Por ejemplo, en los países nórdicos estas jornadas están prohibidas a los mayores de 35 años ante el gran gasto que deriva a la Seguridad Social.
Por otro lado, el trabajar en este turno tiene ciertos riegos, debido precisamente a la disminución en la concentración, lo que puede repercutir en un aumento de los accidentes laborales.
“Los trabajadores nocturnos tienen más riesgos de padecer accidentes laborales debido a que la calidad de la atención y la concentración en el trabajo disminuye. Dependiendo del trabajo que desempeñe cada uno, existen más riesgos de cometer errores", dice el doctor Juan Pareja.
“Al ser un descanso no natural, no es igual de reparador“
El hecho de dormir bajo la luz del día afecta a la calidad del sueño ya que al ser un descanso no natural, no es igual de reparador. "Aunque existe la posibilidad de adaptarse con el tiempo, no se consigue el mismo descanso que durante el proceso natural, generalmente duermen menos y con menos calidad”, explica el doctor.
Recomendaciones
Mantener las rutinas, los horarios y sobre todo el ritmo de las comidas es una de las cosas que más trabajo cuesta a los empleados nocturnos. Y es que tu cuerpo cambia, tus horarios cambian, tu apetito cambia e incluso tu vida social se ve afectada.
El doctor Pareja recomienda dentro de lo posible que durante la noche -es decir durante la jornada laboral- haya la mayor cantidad de luz posible. “Cuanta más luz durante el desempeño de su trabajo nocturno es mejor y durante la mañana -cuando salen de trabajar- deben irse a casa con gafas de sol”, explica el doctor.
En resumen, se trata de reproducir artificialmente la noche y el día, ya que lo que determina la adaptación a los ciclos biológicos es la luz y la oscuridad, que es lo natural, dormimos cuando es de noche y estamos despiertos cuando es de día.
Y el plus salarial, ¿es suficiente? Según el doctor este tema es un “problema grave que habría que estudiar”. “No es lo mismo ser un guardia de seguridad que un médico que tiene que operar”, explica. En su opinión “requeriría un estudio completo para evaluar la elasticidad que esos trabajadores tienen a los cambios". "También depende del grado de responsabilidad que tenga ese trabajador, quizá dependiendo de eso, tendrían que tender más o menos plus", apunta.
Desmontando mitos
Son muchas las veces que hemos escuchado que trabajar de noche acorta la vida, pero ¿hasta que punto es cierta y real esta afirmación?
Según varios estudios los trabajadores de turnos de noche pierden cinco años de vida por cada 15 días de jornada laboral, sufren tres veces más divorcios que el resto de sus compañeros, y tienen un 40% más de posibilidades de padecer trastornos digestivos y cardiovasculares.
En opinión del doctor Juan Pareja, todas estas conclusiones "son un mito". “Lo que produce es consecuencias sobre le sueño y sobre la calidad del sueño, pero no acortamiento de la vida” explica sin dudar el especialista.
Según los datos que maneja el doctor Juan Pareja, el 20% de los trabajadores españoles lo hace en turnos denominados "no normales", y de ese 20%, solo entre el 2% y el 5% desarrollan algún problema leve de salud.
"La sensación de cansancio era pan de cada día"
Dependiendo de la persona, unos se adaptan mejor que otros al horario nocturno, pero cuando éste se alarga en el tiempo empieza a hacerse cuesta arriba. Carmen tiene 28 años y ha trabajado de noche casi dos años, al principio lo llevaba bien, pero como explica a RTVE. es “al cabo del año cada noche se hacía más duro. Era como vivir de resaca constante”. A ella no le afecto a su carácter pero si al estado de ánimo ya que “la sensación de cansancio era pan de cada día”.
“Era como vivir de resaca constante“
En el caso de Gonzalo -también trabajador nocturno- lleva 10 meses en este turno y dice que “no cree que se haya acostumbrado todavía. Antes no dormía casi nada entre semana y llegaba el fin de semana y dormía día y noche” explica. Según él, no ha sentido que afecte a su carácter pero como apunta a RTVE.es “mis amigos y mi familia dicen que estoy más irritable, más impaciente".
Gema lleva cinco meses trabajando de noche y al contrario que Gonzalo dice que se acostumbró perfectamente desde el principio. “Desde el primer momento planifique cuáles tenían que ser las horas dedicadas a dormir y fijé el horario de comidas. Gema se considera algo estricta pero cree que “esa es la clave para llevar tan bien esta situación”.
Mario también trabaja durante la noche y dice llevar una vida normal “pero con ocho horas de retraso respecto a la mayoría de la gente”. Cree que tanto para las costumbres del sueño como para las de alimentación “el cuerpo humano tiene una memoria muy precisa y que lo que haces un día te lo pide al día siguiente, así que uno puede cambiar muy rápido de hábitos”, explica.
El caso de Alicia -madrileña de 26 años- es diferente ya que ella ha estado haciendo durante más de dos años turnos rotativos en diferentes horarios y cree que el cuerpo “no se llega a acostumbrar nunca, coges la rutina pero no te acostumbras”.
“Me encuentro más sana y descanso mucho mejor“
Después de su experiencia asegura que “desde que no trabaja de noche nota que su salud ha mejorado.” “Me encuentro más sana y descanso mucho mejor, ya que el cuerpo se regula”.
Pilar tiene 52 años y es enfermera del Hospital Ramón y Cajal de Madrid. “Llevo más de 20 años haciendo noches, turnos muy duros, con mucho trabajo y mucha responsabilidad”, explica a RTVE.es. “La presión es doble, tenemos vidas en nuestras manos y debemos estar al 100%; por eso dormir, sea a la hora que sea, siete horas al día es vital es nuestra profesión”, apunta.
Está claro que trabajar durante la noche es duro e incómodo, pero también necesario para el correcto funcionamiento de muchos sectores de la sociedad, ya que como dice Pilar “alguien tiene que hacerlo, no se puede parar el mundo”.