Humala gana las presidenciales en Perú con una escasa ventaja sobre Keiko Fujimori

• Con el escrutinio avanzado, obtiene el 50,7% por el 49,3% Fujimori
• El candidato nacionalista promete un gobierno de concertación

Humala gana las presidenciales en Perú por un estrecho margen

Euforia entre los seguidores de Ollanta Humala que celebran en el centro de la capital peruana su victoria electoral en las elecciones presidenciales pese a que no es definitiva. Los recuentos rápidos le dan una ventaja de tres puntos respecto a su rival Keiko Fujimori, pero el recuento oficial la reduce a poco más de un punto. No obstante, se espera que esa diferencia se amplie ligeramente.

Humala, prudente aún, ha dicho que creará un gobierno de concertación nacional y que será el presidente de todos los peruanos. El candidato nacionalista ha reiterado sus compromisos electorales para transformación del país: la lucha contra la corrupción; que el Estado llegue a todos los rincones del país y que el crecimiento económico llegue a todos los peruanos. Perú inicia una nueva etapa de su historia.

Ollanta Humala agradece la confianza de los electores.

Estrecho margen

Con un 84,4 por ciento de las actas contabilizadas, Humala suma el 50,7% de los votos, mientras que Fujimori, hija del expresidente Alberto Fujimori, logra un 49,29%, según la jefa de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), Magdalena Chú.

Chú ha aclarado que aún faltan las cifras relativas a las zonas rurales más alejadas, donde se considera que Humala tiene un apoyo mucho más sólido que su rival. Asimismo, el departamento de Lima, que congrega a cerca de un cuarto de los electores del país y cuyos votos han sido escrutados en su totalidad, también distorsiona los resultados, pues en él Fujimori obtuvo un 57% de los votos frente a un 42% de Humala.

Tras conocerse los primeros resultados oficiales, Humala ha hecho unas breves declaraciones y luego se ha dirigido a la céntrica Plaza Dos de Mayo, donde ha presidido un mitin ante miles de personas que lo esperaron durante varias horas. "La gran transformación que hoy día llega a Palacio de Gobierno, es el producto del trabajo de millones de peruanos, hombres y mujeres, que han luchado por defender la democracia y sus valores y que hoy están aquí representados", ha afirmado.

Crecimiento económico con inclusión social

Ante sus seguidores, muchos de ellos de procedencia humilde y que lo vitoreaban mientras ondeaban banderas peruanas y de la alianza nacionalista Gana Perú, el presidente electo ha reiterado su "compromiso con el pueblo peruano de crecimiento económico con inclusión social". "Trabajaremos las relaciones internacionales buscando afirmar a Perú como un país que busca la unidad latinoamericana, buscaremos relaciones de hermandad con cada pueblo de la región. Vamos a continuar lo bueno que se ha venido haciendo, vamos a corregir lo malo y vamos a hacer la transformación", ha subrayado.

Esto se logrará, ha dicho, "luchando y no dándole cuartel a la corrupción y a los corruptos", para lo que ha pedido la colaboración de sus compatriotas porque "esta tarea no será fácil". Humala también ha declarado que "gobernar no es tema de una sola persona", por lo que se ha comprometido a convocar "a los mejores cuadros técnicos, independientes, intelectuales, para poder hacer un gobierno de concertación, un gobierno de ancha base, donde ninguno se sienta excluido y todos representados".

El presidente electo ha reiterado que en Perú "hay plata, hay que manejarla con responsabilidad, pero hay que utilizarla para vencer la desigualdad". "Mi único jefe es el pueblo peruano" ha clamado ante sus seguidores, a los que ha dicho que, a pesar del gran crecimiento económico de los últimos años en su país, "no puede ser posible que digan que Perú avanza cuando hay doce millones de pobres".

Fujimori, satisfecha

La rival de Humala, Keiko Fujimori, también ha tardado varias horas en pronunciarse, pero por la noche ya daba por perdidas las elecciones al abandonar el hotel donde pasó gran parte de la jornada para retirarse a su casa.

Keiko se ha dirigido a sus simpatizantes, y pese a que algunos todavía coreaban "sí se puede", ha asumido implícitamente su derrota al decirles que el hecho de haber conseguido casi la mitad del apoyo y confianza era motivo para ella de "gran alegría y satisfacción".