Obama advierte a Merkel del riesgo de "una espiral descontrolada de impagos en Europa"
- La reestructuración de la deuda griega es el principal escollo en sus relaciones
- Obama teme que la situación en la UE ponga en peligro la recuperación
- Merkel recibirá la Medalla Presidencial de la Libertad, el mayor honor civil
A pesar de que Barack Obama y Angela Merkel se habían esforzado por demostrar su "sincera amistad", el rescate financiero de Grecia y la crisis de deuda han vuelto a dejar patentes las diferentes posturas de ambos líderes.
"Una espiral descontrolada de impagos en Europa" representaría, a su juicio, "un desastre", ha afirmado el presidente estadounidense, que ha señalado que tanto él como la canciller alemana están de acuerdo en que no se debe permitir que la situación financiera en Europa ponga en peligro la recuperación económica global.
En una rueda de prensa conjunta en la Casa Blanca, Merkel y Obama han escenificado el apoyo de sus países a la recuperación de Grecia. "Estamos dispuestos a ayudar", ha asegurado el presidente estadounidense, pero ha subrayado que "Alemania es la líder ese proceso europeo" y confía en que ayude a buscar un camino para Grecia". "El crecimiento económico de EE.UU, depende de una resolución sensata de este tema", ha insistido.
Obama, que ha subrayado que no cree que su país pueda caer en una doble recesión pese a los últimos datos económicos que apuntan a una ralentización en la creación de empleo, ha expresado su confianza en que Europa podrá hacer frente a la crisis de la deuda griega.
Grecia afronta una situación difícil, en la que ha adoptado pasos significativos para hacer frente a su deuda pero ante la presión de los mercados de capital internacionales requiere la ayuda de otros países de la UE. "Tengo confianza en que bajo el liderazgo germano, junto con otros protagonistas clave, podremos encontrar un camino para que Grecia vuelva a crecer", ha señalado.
EE.UU. está comprometido "a cooperar plenamente, tanto en el plano bilateral como dentro de las instituciones multilaterales, como el Fondo Monetario Internacional", para resolver la crisis, ha asegurado el presidente estadounidense.
Merkel ha tranquilizado a Obama, asegurándole que "en Europa somos conscientes de la responsabilidad que tenemos en la economía global y si un país está en peligro, y pone en peligro al resto de la zona euro, cada uno de los países tendrá que velar por sus intereses y vamos a cumplir con nuestra responsabilidad", ha remarcado la canciller alemana.
Postura común contra Gadafi
Además del rescate financiera de Grecia, Obama y Merkel han tenido que defender el principal escollo que ha enturbiado su relación en los últimos meses: la intervención militar en Libia.
"Alemania es responsable y comprometida y apoya las operaciones de la OTAN. Estamos presentes en Libia y vamos a estar a la altura de nuestros compromisos", ha asegurado Merkel, que ha preferido no responder sobre sus reticencias iniciales a la misión en el país norteafricano.
"Hay personal alemán que participa de forma activa en Libia bajo el paraguas de la OTAN. Además, la canciller y yo compartimos la creencia de que Gadafi debe dimitir", ha añadido el presidente estadounidense.
La canciller alemana ha agradecido a Obama "el caluroso recibimiento" que ha ofrecido a ella y a su equipo y que no ha hecho sino "poner de manifiesto la sólida amistad y alianza" que unen a EE.UU. y Alemania.
"Conmovedora" bienvenida
El presidente de EE.UU. ha sacado la alfombra roja para dar la bienvenida a Merkel, en un gesto que pretendóa aparcar las diferencias que han surgido entre ambos líderes en los últimos meses, entre ellas la postura en el conflicto libio y la gestión de la crisis económica.
"Nuestras alianzas con países como Alemania son más importantes que nunca, de hecho, son esenciales", destacaba Obama, que, junto a su esposa Michelle, recibía a Merkel a su llegada al pórtico sur de la Casa Blanca, engalanada para la ocasión con los colores de las banderas americana y alemana.
Merkel, vestida con pantalón negro y chaqueta de color verde, agradeció la "conmovedora" recepción, en la que sonaron los disparos de 19 cañones, antes de que ambos líderes escucharan los himnos nacionales de sus respectivos países y revisaran un destacamento militar.
"Nosotros, los alemanes, sabemos que Estados Unidos siempre ha sido un verdadero amigo para nosotros. Nuestra amistad ha crecido y madurado", afirmaba la canciller.
Pompa y ceremonia
Durante su visita oficial, la primera de un presidente alemán desde la de Helmut Kohl en 1995, Merkel recibirá la Medalla Presidencial de la Libertad, la máxima condecoración civil, que se concede a "las personas que han contribuido a la seguridad o los intereses nacionales de Estados Unidos".
El punto culminante de esta corta visita será la cena de Estado a cargo de Obama en honor a Merkel, un gesto reservado solo para los huéspedes especiales. De hecho, solo se han celebrado cuatro eventos de este tipo desde enero de 2009, cuando comenzó la presidencia de Obama.
Anoche, Obama ya obsequió a Merkel con una cena en un lujoso restaurante de Georgetown, un popular barrio de Washington.
"Hablaron durante dos horas", ha señalado una fuente de la delegación alemana. "Fue una conversación agradable en un ambiente relajado".
Merkel llegó a Washington acompañada de cinco ministros, entre ellos el vicecanciller y ministor de Economía, Philpp Rosler tiene que volver en la tarde del martes. Está acompañado por cinco ministros, entre ellos Vicecanciller y Ministro de Economía Philipp Rosler y el titular de Exteriores, Guido Westerwelle.