El disidente Guillermo Fariñas pone fin a la huelga de hambre que inició hace una semana
- Inició la huelga de hambre y sed por la muerte del opositor Wilfredo Soto
- Explica que sus compañeros disidentes le convencieron para dejar el ayuno
- Dice que se "debe a la oposición" y que "no puede poner en riesgo su futuro"
El disidente cubano Guillermo Fariñas ha decido poner fina a la huelga de hambre y sed que inició por la muerte del opositor Wilfredo Soto, a petición de la disidencia interna y expresos políticos.
Fariñas ha explicado que sus compañeros disidentes le convencieron de dejar el ayuno porque de lo contrario ellos masivamente también se declararían en huelga.
“Puedo cargar con mi muerte, pero no con la muerte de los demás“
"Yo puedo cargar con mi muerte pero no con la muerte de los demás", ha dicho Fariñas, quien horas antes había asegurado estar dispuesto a seguir con su huelga hasta las últimas consecuencias.
El psicólogo y periodista independiente de 49 años dijo que no puede "poner en juego el futuro de la oposición interna" porque si persistía en su ayuno "estaría contribuyendo a su destrucción".
Ha señalado que esta semana recibió la visita de un grupo de representantes de la oposición, y finalmente le dieron el ultimátum con el principal argumento de que "me debo a la oposición".
Fariñas ha apuntado que ha ingerido ya varios vasos de agua y que como próximo alimento le seguiría un jugo de frutas.
Fariñas inició esta huelga hace justo una semana para exigir una investigación independiente por la muerte del opositor Juan Wilfredo Soto García quien, según la oposición, murió a causa de una paliza que le propinó la policía.
Se trataba de la vigesimo cuarta huelga de hambre del también periodista en 15 años. La anterior la realizó entre el 24 de febrero y el 8 de julio de 2010 por la muerte de otro opositor, Orlando Zapata, y que detuvo tras el anuncio de la liberación de 52 presos políticos en cuba.