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El negocio del pelo natural resurge en España gracias a la crisis económica

  • Aumenta la venta de pelo de particulares para sacarse un dinero extra
  • El precio de los 100 gramos varia entre 15 y 70 euros, y no todos valen
  • El pelo es sometido a un largo proceso de tratamiento antes de ser vendido

Las extensiones y las pelucas, son los productos más requeridos

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Trenzas de pelo natural
Decenas de trenzas de pelo natural, esperan ser vendidas en el almacén de cabello.

Elisabet tiene 25 años, está en el paro y esperando un hijo. Nunca antes se había planteado vender su pelo, pero ahora las circunstancias económicas la han obligado a cambiar de opinión.

“Es una forma de sacar algo de dinero, aunque sean unas perrillas. Estoy en paro, sin cobrar ninguna prestación y embarazada, imagínate” cuenta a RTVE.es. “Mi marido no cobra ni 500 euros, ¿alguien cree que con eso se puede vivir?” explica resignada.

Casos como el de Elisabet han hecho resurgir la compra de cabello natural a particulares por parte de los almacenes de pelo, volviendo a lo que ocurría en los años de posguerra. Y es que, como dice Justino Delgado, dueño del mayor almacén de pelo de España y que lleva en este negocio desde 1962, “donde falta pan, se vende pelo”.

Donde falta pan, se vende pelo

Como Elisabet, hay muchos españoles que se han decantado por esta salida. Los foros de Internet están llenos de anuncios de este estilo. “Vendo cabello de hombre castaño sin ningún tratamiento”. Otros explican sus razones directamente: “vendo pelo de mujer para mantener a mi familia, tengo cinco hijos y no puedo pagar el alquiler” o “tengo que vender mi cabello urgente por razones de salud”.

Los motivos son diversos y cada uno de ellos tiene una historia detrás, pero todos tienen el trasfondo del paro y la crisis económica. “Se ha notado que desde la crisis viene más gente a vender su pelo, sobre todo españoles”, dice la dependienta del almacén de pelo Justino Delgado.

El retorno a la compra a particulares

Hasta aquí un lado del negocio, aquellos que venden su pelo por gusto o por necesidad. Un proceso que comienza con este hecho y culmina cuando ese cabello es usado por los consumidores en forma de pelucas o extensiones.

En medio de este proceso están aquellos que lo compran y hacen su negocio de esta cadena: los almacenes de pelo, que tras más de 30 años sin comprar cabello a particulares se han visto obligados a volver a hacerlo debido a la afluencia de personas interesadas.

"Con el tema de la crisis empezó a llamarnos gente que quería vender su pelo, en principio decíamos que no porque ese sistema estaba olvidado, pero como vimos que eran muchas las llamadas, al final planteamos volver a crear esa infraestructura de compra a particulares", explica Yolanda Delgado, gerente del almacén de pelo más grande de España.

Y es que parece haber habido un retorno a los que pasaba hace 40 años cuando un joven Justino Delgado comenzó con su negocio. “Yo empecé con una bicicleta y con 30 pesetas, iba de pueblo en pueblo comprando el pelo a las señoras”, cuenta a RTVE.es orgulloso Justino en su almacén de pelo de Carabanchel de más de 4.500 metros cuadrados. "Antes había hambre y la gente no tiraba el pelo, lo guardaba porque sabía que vendiéndolo tenían para comer unos días", recuerda.

¿A cuánto se paga?

Ésta es una de las preguntas que más se hacen los interesados en vender su cabello en la red. ¿A cuánto se paga el pelo? ¿Merece la pena cortarse la melena por el dinero que te dan?

Como explica Yolanda Delgado, el precio del pelo varía según su calidad. “El cabello va por peso, lo primero es que tiene que valer porque hay pelos que valen cero", apunta.

El pelo tiene que tener varios requisitos para poder ser vendido. Lo primero es que tiene que tener un mínimo de 40 cm de largo, no puede estar teñido y no puede tener ningún tratamiento. "Si cumple todo esto, el pelo empieza a valer", explica Yolanda.

Cuanto más largo es el cabello más se cotiza y dentro de la misma largura también varía su precio. "Entre 40 y 50 cm tienen un precio y de entre 50 y 70 cm tiene otro precio.

¿Y por qué varia ese precio? "Varia porque hay cabellos que están más castigados, más capeados, que tienen una diferencia de espesor en la misma coleta", explica Yolanda. Su precio puede oscilar entre 15 euros a 60 o 70 euros los 100 gramos según la calidad, esos son los baremos", apunta la gerente del almacén.

Rubén, un joven murciano, decidió vender su pelo hace cinco años, cuando se cortó su coleta por primera vez pero lo tenía demasiado corto. Ahora, pasado el tiempo, ha vuelto a pensar en venderlo porque anda mal de dinero.

"Tengo claro que no voy a ganar mucho si consigo venderlo pero algo me ayudará en mis gastos", explica Rubén a RTVE.es. Como dice Yolanda Delgado, "el precio del pelo no da para mucho, pero bueno, las penas con algo de dinero en el bolsillo, son menos penas”.

Un largo proceso de selección y tratamiento

Todo el cabello natural que llega hasta el almacén de pelo Justino Delgado necesita un largo proceso de selección, lavado, tratamiento y peinado que puede llegar a durar entre una y dos semanas antes de poder ser utilizado para diversos usos.

"La duración de este proceso depende mucho del pelo y también de lo que te pidan los clientes, hay algunos con los que te puedes tirar dos o tres días porque hay que teñirlos, quitar lo que no vale, hay algunos cabellos que llevan mucho trabajo", apunta Yolanda Delgado.

El 99% del cabello que llega hasta esta factoría es pelo natural, el resto sintético. "El éxito de este bazar reside en la gran variedad de pelo natural que tenemos: europeo, asiático, chino...etc", explica la gerente.

Y, ¿cuál es el cabello más vendido? Sin duda el pelo europeo debido a su gran variedad de forma y colores. "Es el más demandado y el que más se cotiza debido a su textura suave y fina y por nuestra amplia gamas de colores en colores naturales: rubios, castaños y morenos" señala Yolanda Delgado.

Cristina tiene 23 años y es madrileña. Llega hasta este almacén con la intención de comprar extensiones de pelo natural para ponerse este verano. Elige entre todos los colores que hay en el expositor y se las lleva. Así finaliza este proceso que empezaba con Elisabet y con su oferta para vender su pelo, un proceso que, gracias a la situación económica actual, cada vez es más común en España.