España ha perdido un 30% de competitividad respecto a Alemania en una década, según el IESE
- Desde 1999 ha habido 68 incumplimientos de déficit o deuda pública en la UE
- La solución de Grecia pasa por un "rescate blando", no por una reestructuración
La economía española ha perdido un 30% de competitividad laboral respecto a Alemania desde la entrada en circulación del euro. Es una de las advertencias que el IESE ha hecho sobre la coyuntura económica europea y española, recogida en un informe que la escuela de negocios ha presentado esta semana y en el que se subraya que desde 2002 el coste laboral unitario de España ha ido subiendo por encima de la media europea.
El profesor del IESE Business School, escuela de negocios de la Universidad de Navarra, Xavier Vives ha alertado de que, en los últimos años, ha fallado la disciplina interna de los estados miembros para mejorar su productividad: al no poder devaluar monedas, las economías europeas deben buscar fórmulas alternativas para ser igualmente competitivas a nivel internacional, es decir, hacer los deberes mediante la devaluación interna.
En este sentido, Vives encuentra básicas las condiciones de la negociación colectiva para ganar competitividad, que en el caso español ha caído fuertemente ante la locomotora económica alemana.
La UE ha fallado en disciplina fiscal
Además, la Unión Europea -dice Vives- ha fallado en disciplina fiscal. Por un lado, se marcan los límites de déficit del 3% sobre el PIB o del 60% en el caso de la deuda pública, pero al mismo tiempo desde 1999 se han registrado 68 violaciones de estas limitaciones, incluidos incumplimientos franceses y alemanes, siempre sin sanción alguna.
Y ha fallado también la cláusula europea que marca que no habrá ni rescates para países fiscalmente irresponsables ni compra de bonos soberanos por parte del Banco Central Europeo (BCE), algo incumplido con los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal.
¿La situación española es tan grave como en los países rescatados? No, contesta el profesor Vives, que reconoce el elevado déficit público, los problemas en el sector bancario español y las escasas perspectivas de crecimiento, pero "de menor gravedad" que en los intervenidos y aliviado de forma exponencial por un sector exportador dinámico.
La clave española -dicen en el IESE- hubiera sido abordar las reformas anteriormente porque, si bien es cierto que una dura austeridad acorta las alas de crecimiento a corto plazo, también es comprobable que para crecer es necesario haber hecho reformas en la economía.
Grecia, lo que más preocupa
La deuda griega es otra de las preocupaciones sobre la mesa. En el IESE, ni Xavier Vives ni el profesor Alfredo Pastor creen que la solución pase por salir de la Unión Monetaria. En este caso, Grecia se responsabilizaría de un día para otro de un déficit inasumible y afrontaría una recapitalización en dracmas que conduciría al pánico bancario.
“La solución no pasa porque Grecia abandone el euro“
Una nueva reestructuración de su deuda -aseguran los profesores- también conllevaría pérdidas para los bancos europeos y el BCE, por lo que auguran una especie de "rescate blando", más cercano a los planes de ayuda y sonoramente mejor aceptado por los mercados internacionales.
La Comisión Europea propuso el pasado martes a España aumentar el IVA, lo que Vives cree que no produciría una visible inflación porque los márgenes de beneficios de las empresas absorberían el incremento.
Eso sí, aunque se reduzca el IVA o aumenten las cotizaciones, Vives no ve efectividad si no hay un cambio en profundidad para ganar competitividad y aliviar, por ejemplo, el aumento del coste laboral unitario respecto a la media europea y, aún más marcado, respecto a Alemania.