Gritos, abucheos y pintura contra los diputados que han entrado a pie en el Parlament

• Celestino Corbacho, Joan Herrera o Albert Rivera afrontan a los 'indignados'
• Pese al cordón policial, algunos han sido zarandeados e incluso pintados
• Un grupo ha tratado de arrebatarle el perro guía a un diputado ciego

Los indignados protestan delante del Parlament de Cataluña

Con gritos y abucheos, más de 3.000 indignados han expresado su malestar con la clase política y han plantado cara a la policía en el exterior del parque de la Ciudadela, ante el Parlament de Cataluña, esgrimiendo la consigna "¡Nadie nos representa!" contra los diputados que se han atrevido a entrar andando arropados por un fortísimo dispositivo policial.

Aunque el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y varios diputados más han accedido al edificio trasladados en helicóptero, la mayoría ha entrado andando, bajo los abucheos de los centenares de manifestantes congregadas. "Creo que les va en el sueldo que un político reciba un abucheo, y más en los tiempos que corren", ha comentado a Efe Fernando, uno de los jóvenes que portaba una pancarta reivindicativa contra los recortes en las prestaciones sociales.

El más abucheado ha sido el ex ministro Celestino Corbacho, del PSC, que ha entrado protegido por cuatro agentes antidisturbios, lo que ha hecho pensar a los manifestantes que se trataba del consejero de Interior, Felip Puig, y por ello han comenzado a gritar: "Puig dimisión".

Spray rojo y negro

Sin embargo, la protesta de los indignados ha ido a más con el paso de la mañana, llegando a interceptar a los vehículos oficiales cuando enfilaban la Avenida Meridiana. Algunos de los diputados han sido zarandeados e incluso han recibido "escupitajos y patadas", como ha relatado el presidente de Ciutadans, Alberto Rivera.

“Los diputados han sido recibidos al grito de 'ladrón'“

Otros han sido recibidos al grito de "ladrón" y al ecosocialista Joan Boada, ex secretario general de la Consejería de Interior en la anterior legislatura, le han pintado la nuca con spray rojo pese a la presencia del cordón policial.

También la diputada socialista Montserrat Tura, secretaria segunda de la mesa del Parlament, ha recibido una pintada negra en la chaqueta de su traje. Otros miembros de su partido también han sido increpados, y al secretario general de ICV, Joan Herrera, que iba acompañado de Jordi Miralles, le han tirado una piel de plátano.

Zarandeos a un diputado ciego

Un grupo ha llegado a zarandear al diputado ciego de CiU, Josep Maria Llop, a quien incluso han tratado de arrebatarle el perro guía, para impedirle llegar al Parlament, aunque Llop ha reaccionado vehementemente agarrando con fuerza la correa del animal para que no se lo quitaran.

Llop se encontraba en los aledaños de la Ciutadella, acompañado por el portavoz parlamentario de CiU, Jordi Turull,  intentando hallar la manera de entrar al parque para acceder al Parlament. Algunos de los jóvenes 'indignados' que se encontraban en el lugar les han identificado como diputados y han empezado a acosarles con empujones, insultos e incluso amenazas de muerte, ha explicado Turull una vez dentro del Parlament.

"¡Os mataremos!", les ha espetado uno de los manifestantes; "¿A que os damos miedo?", se mofaba otra joven 'indignada' gesticulando frente a ellos. El grupo de violentos ha intentado acorralar a ambos diputados en un portal cercano: "Ha sido el momento de mayor tensión", según ha relatado Turull.

Viendo los apuros de su compañero invidente, Turull se ha encarado con los agresores: "¿No se os cae la cara de vergüenza por lo que estáis haciendo?", les ha preguntado enfurecido. Finalmente ambos diputados han conseguido llegar a toda prisa hasta un cruce donde se encontraban varios agentes de la Guardia Urbana, que les han escoltado hasta uno de los accesos al Parlament.

Con una entrada tan convulsa, el pleno de presupuestos que este miércoles se celebraba en el Parlament ha comenzado con apenas la mitad de los 135 diputados presentes en el hemiciclo, hasta que a media mañana han accedido los trasladados en helicóptero, mientras en el exterior se desmontaba el despliegue policial.