Pakistán niega haber detenido a un oficial que informó a la CIA sobre el paradero de Bin Laden
- El ejército dice que la noticia de 'The New York Times' es "falsa e infundada"
- No dice nada del resto de informantes que habrían sido detenidos
- Las relaciones entre Pakistán y EE.UU. están en su momento más bajo
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El Ejército paquistaní ha negado este miércoles que uno de sus oficiales haya sido detenido por haber pasado información a los servicios secretos estadounidenses sobre la finca donde se refugiaba Osama bin Laden, tal y como asegura The New York Times.
"No hay ningún oficial del Ejército detenido y la noticia es falsa e infundada", ha defendido en un comunicado un portavoz de las Fuerzas Armadas de Pakistán.
Según los "oficiales estadounidenses" anónimos que cita The New York Times, cinco informantes paquistaníes de la CIA estadounidense, entre ellos un "mayor", fueron arrestados por los servicios secretos de Pakistán (ISI), aunque no se especifica cuándo.
Estas personas pasaron supuestamente información a la CIA en los meses previos a la operación de EE.UU. que acabó con la vida del líder de Al Qaeda el 2 de mayo en la ciudad de Abbottabad, cerca de Islamabad.
Entre ellos, según estas fuentes, hay un mayor del Ejército paquistaní que anotaba las matrículas de los vehículos que "visitaban" la finca de Bin Laden en Abbottabad.
La nota del Ejército paquistaní rechaza tajantemente que un mayor fuera arrestado pero no se refiere al resto de informantes.
"Sin comentarios por el momento", se ha limitado a decir una fuente del ISI consultada por Efe.
Poco después del asalto a la finca de Bin Laden, fuentes policiales el arresto de un número indeterminado de personas en el vecindario, que estaban siendo interrogadas por el ISI.
Relaciones bilaterales problemáticas
De confirmarse las detenciones supondrían un nuevo golpe a las relaciones entre el país asiático y EEUU, que se han ido degradando progresivamente desde la operación que la CIA desplegó el pasado dos de mayo y que culminó con el asesinato del fundador de Al Qaeda.
En las semanas posteriores al golpe, Washington trató de recomponer los vínculos bilaterales, lo que llevó a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, a viajar a finales de mayo a Islamabad para reunirse con los principales líderes de Pakistán.
No obstante, la situación entre los dos países no parecen haber mejorado. Estados Unidos ha afirmado públicamente que se reserva el derecho a poner en práctica nuevas acciones unilaterales contra los insurgentes en Pakistán, mientras que Islamadad que se queja de que estas acciones supondrían una violación de la soberanía.