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IBM, 100 años de aciertos y fracasos

  • Las tabuladoras fueron su primer producto de éxito arrollador
  • Es responsable de descubrimientos fundamentales en informática
  • Sin embargo no ha sabido repetir su éxito en el mundo del ordenador personal

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Vista parcial de un IBM 704, el primer ordenador de negocios de la empresa
Vista parcial de un IBM 704, el primer ordenador de negocios de la empresa

Hoy jueves 16 de junio se cumplen 100 años de la fundación de la Computing-Tabulating-Recording Company (C-T-R), empresa que en el 14 de febrero de 1924 recibió el nombre que tiene en la actualidad, International Business Machines Corporation, más conocida como IBM.  

C-T-R surgió de la fusión de varias empresas que fabricaban productos muy diferentes, y de hecho el catálogo inicial de C-T-R incluía tanto básculas como relojes de control horario para los empleados de una empresa, e incluso máquinas para cortar fiambre.  

Pero la cartera de productos de C-T-R incluía también las tabuladoras de la Tabulating Machine Company de Herman Hollerith, máquinas que habían salvado el pellejo a la Oficina del Censo de los Estados Unidos.  

Las tabuladoras salvaron el pellejo a la Oficina del Censo en EE.UU.

Por ley, esta oficina tenía que producir un censo actualizado cada diez años, pero se enfrentaba al problema de que se estimaba que procesar los datos del censo de 1890 iba a llevar unos 13 años, lo que obviamente era un problema.  

Y aquí fue dónde intervino Hollerith con sus máquinas electromecánicas, capaces de resumir y ordenar la información contenida en tarjetas perforadas de cartón, y que permitieron procesar toda la información en un año, con algunos resultados como el total de habitantes del país disponibles ya tan solo seis semanas después de terminar con la recogida de datos.  

Sería Thomas J. Watson, quien llegó a C-T-R en 1914 procedente de la National Cash Register Company, una empresa de la competencia, el que hiciera despegar la nueva empresa, centrándola precisamente en ofrecer soluciones de tabulado de información a grandes empresas, a las que alquilaba las máquinas y les vendía las tarjetas, que se consumían por millones.  

Sin embargo sería esta querencia, lógica por otra parte vistos los resultados que le había dado, por las soluciones electromecánicas la que hiciera que los primeros pasos de la ya denominada IBM en el campo de los ordenadores fueran encaminados a la creación de una solución de este tipo. 

El IBM Automatic Sequence Controlled Calculator (ASCC), más conocido como Harvard Mark I, fue un ordenador electromecánico diseñado por Howard H. Aiken y construido por IBM para la Universidad de Harvard que entró en funcionamiento en 1944.  

Pero si bien era más fiable que los primeros ordenadores electrónicos de la época en cuanto a su capacidad para funcionar sin fallar, su propia naturaleza -sus distintos componentes eran sincronizados mediante un eje de 15,5 metros que movía un motor de cinco caballos- lo hacía mucho más lento que estos.  

La primera línea de ordenadores comerciales

Así que IBM pronto redirigió sus esfuerzos hacia los ordenadores electrónicos, que dieron su fruto con la serie 700 (y más tarde 7000), su primera línea de ordenadores comerciales, que entró en servicio en la década de los 50, y con el IBM 650el primer ordenador producido en masa de la historia, con más de 2.000 unidades vendidas entre 1954 y 1962.  

IBM se hizo rápidamente con un enorme prestigio en el campo de los grandes ordenadores centrales o mainframes, lo que le permitió seguir creciendo y ganar dinero en cantidades ingentes, vendiendo sus máquinas a empresas, instituciones, fuerzas armadas, etc, de prácticamente todos los países del mundo.  

Esto no es fruto de la casualidad, sino del hecho de que desde siempre IBM invirtió e invierte grandes cantidades en investigación y desarrollo, no en vano sus empleados han ganado, entre otras distinciones, al menos cinco premios Nobel y cuatro Premios Turing, y allí se inventaron, por ejemplo, el disco duro y la memoria RAM dinámica, ambos componentes fundamentales de los ordenadores actuales.  

La llegada de los PC en los 70 y 80 supuso la creación de un enorme mercado

Pero la llegada de los microprocesadores y de los ordenadores personales en las décadas de los 70 y los 80 supuso la creación de un enorme mercado en el que IBM, si embargo, no ha sabido entrar a pesar de sus esfuerzos.  

De hecho, se da la ironía de que fue IBM la empresa que creó lo que hoy es prácticamente sinónimo de ordenador personal, el compatible IBM PC, aunque han sido otras empresas las que han conseguido aprovecharse de la idea. 

No obstante, IBM sigue siendo una de las empresas más grandes y rentables del mundo, a la que prácticamente cualquier persona asocia hoy en día con los ordenadores.  Y quién sabe qué secretos se esconden ahora mismo en sus laboratorios de desarrollo.