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'Binky Brown conoce a la Virgen María', una obra maestra del cómic Underground

  • Justin Green inventó la novela gráfica autobiográfica
  • Trata de su lucha contra la religión y sus propias neurosis

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Fragmento de una ilustración de 'Binky Brown conoce a la Virgen María', de Justin Green
Fragmento de una ilustración de 'Binky Brown conoce a la Virgen María', de Justin Green

"Con Binky Brown el cómic se convirtió en un arte que miraba desde fuera a otro en el que se miraba desde dentro" (Chris Ware)

Binky Brown conoce a la Virgen María, de Justin Green, es una de esas joyas del cómic Undergound ( al margen de la gran industria) que no confiábamos en ver nunca publicada en España y que hemos recuperado gracias a la editorial La Cúpula, que edita las obras de otros creadores de cómic independiente como Harvey Pekar (American Splendor), Gilbert Shelton (Los fabulosos Freak Brothers) o el archifamoso Robert Crumb.

No es tan conocido como ellos pero fue su inspirador porque Green fue quién inventó la novela gráfica autobiográfica con Binky Brown, el retrato de su lucha con la religión y sus propias neurosis.

Binky Brown es un joven católico, el propio Justin, que se enfrenta a los problemas comunes de la adolescencia- la pubertad, los padres y el miedo a que el extraño rayo de energía que emana de sus genitales alcance a una representación de la virgen María.

Un cómic que marcó una época

"Justin Green está loco...pero abrió la senda que muchos otros dibujantes seguirían, incluido yo mismo" (Robert Crumb)

Con esta obra, profundamente personal, Green demostró que se podía hacer un gran cómic hablando desde lo más profundo del alma, confesando públicamente los miedos, las inquietudes y todo lo malo y lo bueno que llevamos dentro. Las confesiones de una auténtica alma perturbada.

Y lo plasmó en el papel con un estilo de dibujo nervioso, arrebatado... que cambia de una viñeta a otra , que oscila entre lo formalista y lo alucinógeno.

Publicada en 1972, cuando ni siquiera existía lo que se ha dado en llamar la Novela Gráfica, lo primero que sorprendía era su longitud (44 páginas) una minucia para los tiempos actuales pero una rara avis en una época marcada por los comic-books de 22 páginas.

Luego, cuando abrías el libro, muchos se quedarían de piedra al ver la primera página, en la que un pequeño Justin destrozaba la imagen de la Virgen María con una pelota.

Y lo peor sería cuando surgían rayos de su pene, en una metáfora de nuestro sentimiento de culpa psico-sexual.

Un adelantado a su tiempo

"Sin Justin Green nunca habría exitido Maus" (Art Spiegelman)

Su extraño y alucinógeno dibujo era demasiado adelantado para su época, aunque se inspiraba en los grandes clásicos como Durero, cuyos grabados estudiaba con lupa. Y también en los grandes dibujantes de EC comics, Jack Davis, Wally Wood, Will Elder... con los que se criaron los adolescentes de los 50.

El los 60 estudió dibujo y se convirtió en un artista "serio". Pero cuando descubrió un dibujo de Robert Crumb sintió una "Epifanía. Me sentí como Pablo de Tarso cayéndose del caballo en el camino a Damasco... Una caída de la que todavía no me he recuperado".

Se libró de ser reclutado en la Guerra de Vietnam y se dedicó a dibujar historias de humor irreverente, pesé a que apenas tenía recursos económicos, algunas de ellas ya protagonizadas por su alter ego, Binky Brown.

Y en 1972 consiguió publicar esta novela gráfica, que también le sirvió para "exorcizar mis fantasmas -confiesa- Lo más curioso es que mi primo era William Friedkin, el director del Exorcista".

Un trabajo que está "lleno de errores y de torpezas", como confiesa el propio artista, pero que tiene toda la fuerza y la garra de lo que nace del interior del alma, de una confesión desgarradora que nos atrapa desde la primera viñeta y que no podemos dejar hasta el final.

"Anticipé el mar de fondo literario sobre el desorden obsesivo-compulsivo casi dos décadas" -confiesa Green en el epílogo del libro-.

Pero a pesar de un relativo reconocimiento, Justin Green se alejó del cómic para dedicarse a la pintura. Aunque, desde los 90, ha vuelto al noveno arte con diversas colaboraciones, sempre de pocas páginas, muchas protagonizadas por Binky.

Esta edición en español de Binky Brown conoce a la virgen María, con una estupenda restauración del material original, es una gratificante oportunidad para disfrutar de una obra irrepetible que no debería caer en el olvido y que fue el gérmen para multitud de obras maestras que vinieron despues.

"Solo al pensar que Binky Brown fue parte del abono del que germinó Maus, de Art Spiegelman, sólo por eso, ya moriría feliz" -Asegura Justin Green-.