Los países en desarrollo acogen al 80% de los refugiados pero los ricos protestan por el otro 20%
- ACNUR ha presentado su informe anual en el "Día del refugiado"
- En 2010 se llegó a la cifra más alta de refugiados desde 1995
- El Alto Comisionado denuncia que Occidente no soporta la carga y se queja
- Ver el informe completo (pdf en inglés)
Desde la antaño ciudad turística de Yerba a la provincia turca de Hatay, los dos principales focos de refugiados de la Primavera árabe, pasando por Pakistán, Irán o Siria, el Día del Refugiado que se celebra este lunes pone en evidencia una realidad tozuda para los países ricos: que pese al aumento de medidas restrictivas y el auge de discursos populistas en sus países, la carga de los desplazados en el mundo está sobre los hombros de los países en desarrollo.
Así lo refleja el informe de la Alta Comisaría de la ONU para los refugiados (ACNUR), que ha publicado este lunes lo datos de 2010 con una cifra demoledora: ocho de cada diez refugiados está en países de desarrollo, pese a que los sentimientos en su contra se centra en los países ricos.
Estos datos son previos a la huida de refugiados de países como Libia o Siria hacia Túnez, Egipto o Turquía a la Primavera Árabe y también a medidas como la suspensión del Tratado de Schengen, que regula la libre circulación de personas en la Unión Europea, propuesta por Francia e Italia para evitar la llegada de refugiados procedentes de África.
"Hay un profundo desequilibrio en el apoyo internacional a las víctimas de desplazamientos forzados en el mundo y el 80 por ciento de los refugiados está en países en desarrollo", reconoce el informe del ACNUR.
Más lejos va el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Antonio Guterres: "El miedo a las supuestas avalanchas de refugiados se confunde con la cuestión de la inmigración. Sin embargo, son los países más pobres los que tienen que asumir la responsabilidad".
A finales de 2010 se alcanzaron los 43,7 millones de refugiados en el mundo, la cifra más alta de los últimos 15 años, según el informe. Concretamente, el informe Tendencias Globales 2010 contabiliza 15,4 millones de refugiados acreditados, 27,5 millones de desplazados internos y 850.000 demandantes de asilo. En total suman 400.000 personas más que las recogidas por ACNUR en su informe del año pasado.
Ayuda internacional
Los afganos son el grupo más grande de refugiados (tres millones), seguidos de iraquíes, somalíes y congoleños. En el recuento de ACNUR no se incluye a los casi cinco millones de palestinos, la gran mayoría atendidos por la de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA), lo que los convierte en el principal grupo de refugiados. Los palestinos son una tercera parte del total de la población mundial desplazada forzosamente.
En cuanto a los países de acogida, la lista la encabeza Pakistán, con 1,9 millones, seguido de Irán (1,1 millones) y Siria (un millón). Mientras que, por regiones, Oriente Próximo recibe a siete millones de refugiados, Asia a cuatro, Africa a 2,1 millones y América a 800.000.
En cuanto a Europa, a finales de 2010 había 1,6 millones de refugiados, 40.700 menos que el año anterior, debido al registro y verificación realizado en los Balcanes.
El informe de ACNUR informa por otra parte de que cerca de que ha reubicado a 100.000 refugiados que no pudieron volver a sus países ni quedarse en el primer país en el que solicitaron. La gran mayoría, 70.000, han sido acogidos en Estados Unidos.
Asignaturas pendientes
El adjunto del alto comisionado de los Refugiados, Alexander Aleinikoff, también ha alertado sobre la "distribución desigual" de los desplazados en el mundo. "A veces parece que las objeciones más fuertes vienen de países que no soportan la carga más grande", ha denunciado.
De esta manera, Aleinikoff, ha reivindicado que todos los demandantes de asilo sean asentados de forma justa. "El número (de refugiados) que estamos observando que vienen a Europa no es el número que tendría que haber si fuese un proceso justo", ha aclarado.
Preguntado por el sentimiento existente en algunas partes de Europa de no acoger a refugiados, Aleinikoff ha señalado que "las épocas de dificultades económicas alimentan políticas populistas, y las diferencias culturales y religiosas pueden influir también".
"Existe una necesidad urgente de buscar soluciones (...) para proveer seguridad y asistencia y para garantizar que muchos tengan un lugar al que llamar casa", ha declarado.