Asad prende aún más las revueltas al calificar a los manifestantes de "saboteadores"
- "No habrá reformas en medio del caos y el vandalismo", advierte en un discurso
- Promete la apertura de un "diálogo nacional" y nuevas reformas
- Miles de personas salen a las calles en Siria para protestar por sus palabras
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El presidente sirio, Bachar al Asad, ha contribuido a encender aún más las revueltas en su país al reaparecer este lunes al país con un discurso continuista en el que ha reiterado su promesa de reformas graduales pero donde ha esgrimido teoría conspirativa para justificar la represión y ha denunciado que "un pequeño grupo de saboteadores" que explota las demandas de cambio.
"No habrá reformas en medio del caos y el vandalismo", ha dicho Asad en una intervención retransmitida por televisión desde la Universidad de Damasco, la tercera desde que comenzaron las protestas que han causado más de un millar de muertos.
Las palabras de Asad han provocado protestas en distintos puntos de Siria, donde los manifestantes han expresado su descontento y han pedido la caída del régimen.
Respuesta en todo el país
Los grupos opositores al régimen han revelado que miles de personas participaron en protestas en Alepo (norte), la segunda ciudad del país, Hama (centro), Latakia (noroeste) y en localidades de las provincias de Idleb (norte) y de Rif Damasco, entre otras.
Las fuerzas de seguridad y el Ejército han intentado reprimirlas empleando la violencia, según esos grupos. Según las organizaciones Newroz y Sham, en Homs se registraron disparos contra manifestantes en varios barrios.
Newroz ha agregado que hubo detenciones en Alepo, mientras que los llamados Comités Locales de Coordinación han indicado que efectivos de seguridad y matones del régimen atacaron una manifestación de cientos de estudiantes.
En un comunicado, la oposición ha pedido que las manifestaciones continúen ya que consideran que el discurso no ha aportado nada nuevo. Desde Beirut, la cadena catarí Al Yazira informa que los activistas sirios consideran el discurso insuficiente y decepcionante.
Además, portavoces de organizaciones de los derechos humanos han declarado a Reuters que el Ejército se ha desplegado junto a la frontera con noroeste para impedir la huida de más refugiados hacia Turquía.
Represión contra el "sabotaje"
En su intervención en la Universidad de Damasco, su primera intervención pública en semanas, Asad ha lamentado que se haya "vertido sangre inocente" y ha dado sus condolencias a las familias de los "mártires".
"Lo que está ocurriendo no tiene nada que ver con las reformas, es puro sabotaje", ha asegurado, para amenazar a continuación con que "los responsables rendirán cuentas". "Es el deber del Estado detener a los saboteadores y juzgarles, no hay una solución política para los que han tomado las armas", ha amenazado el presidente sirio.
Al Asad también ha pedido a los refugiados que han huido a Turquía que regresen a sus casas. "Yo los llamo de vuelta tan pronto como sea posible (...) A los de Jisr al Shugur que se marcharon a Turquía, que vuelvan. Algunos dicen que su gobierno va a vengarse, yo les digo que esto no es cierto ", ha subrayado.
Como ya hizo en marzo, el presidente sirio ha denunciado la influencia extranjera en la inestabilidad que sufre el país. "No creo que haya habido un solo día en que Siria no haya sido objeto de una conspiración, por razón de su posición geográfica y política", ha declarado.
"Las conspiraciones son como los microbios que no se pueden eliminar, pero es necesario que reforcemos nuestro sistema inmunológico", ha añadido.
"Diálogo nacional" sin concreciones
El dirigente sirio ha culpado de las protestas a "vándalos y delincuentes", que ha llegado a cifrar en 64.000, además de "radicales e intelectuales blasfemos". No obstante, Asad ha pedido distinguir entre esta "minoría" y quienes tienen demandas legítimas que "están siendo escuchadas".
En este sentido, ha prometido la apertura de un "diálogo nacional" del que se ocupará una comisión y que deberá ampliar las vías de participación política. "Podemos decir que el diálogo nacional es el lema de la próxima etapa (...) que podría conducir a reformas constitucionales o la nueva Constitución", ha explicado.
"Algunas personas piensan que hay retrasos con respecto a las reformas. Esto no es cierto, el proceso de reforma es una convicción total en el interés de la patria y ninguna persona razonable puede ir en contra de la voluntad del pueblo", ha añadido el presidente sirio.
En su discurso, Al Asad ha reconocido que existe un "sentido de injusticia" en algunos ciudadanos, y ha prometido una extensión de la amnistía para algunos prisioneros y acabar con la corrupción.
Sin embargo, el mandatario ha vuelto a defender la ley de emergencia, que rige en el país desde hace 30 años. "Levantar la ley de emergencia no significa que la gente tenga el derecho para violar la ley", ha precisado.
Más allá de la reacción interna, la intervención de Asad ha generado también rechazo fuera de Siria.
Rechazo de la UE
Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE han condenado "en los términos más firmes el empeoramiento de la violencia" en Siria y han "deplorado" que el régimen de Damasco "no haya respondido a los llamamientos para poner fin inmediatamente a la violencia e implicarse en reformas significativas" y han confirmado que preparan sanciones contra dirigentes del régimen "adicionales" en respuesta a la situación.
"La Unión Europea está preparando activamente ampliar las medidas restrictivas con designaciones adicionales con vistas a alcanzar un cambio de política fundamental por parte del liderazgo sirio sin dilación. El Consejo recuerda que las medidas restrictivas van contra individuos y empresas responsables de o por asociación con la represión violenta contra la población civil", rezan las conclusiones de los Veintisiete sobre Siria en la que confirman que preparan sanciones adicionales.
Fuentes diplomáticas europeas han avanzado que los Veintisiete preparan ampliar sanciones contra "más personas y empresas" del régimen que serán adoptadas "rápidamente" esta misma semana después de que la UE ya haya aprobado sanciones contra la cúpula del régimen, incluido el propio Al Assad y su hermano, Maher, identificado como el principal responsable de la represión.