Galliano dice que era un adicto y que no recuerda los insultos racistas
- "Aún no me he recuperado del todo, pero estoy mucho mejor"
- El fiscal pide 10.000 euros de multa
El diseñador británico John Galliano, procesado por presuntas injurias racistas y antisemitas, ha asegurado hoy ante el tribunal que le juzga que no recuerda tales insultos y que se ha estado desintoxicando de su triple adicción al alcohol, los barbitúricos y los somníferos.
El modisto de 50 años, que accedió al tribunal discretamente para evitar al centenar de periodistas acreditados, explicó en inglés que, tras el último de los tres incidentes que le han costado dos denuncias y el despido como creador de la casa de moda Christian Dior, siguió una cura de rehabilitación en Arizona (EEUU) y en Suiza.
"Aún no me he recuperado del todo, pero estoy mucho mejor", comentó el creador, que se enfrenta a una petición de la fiscalía de 5.000 euros para cada una de las dos personas a las que presuntamente insultó, en concepto de daños y perjuicios. Vestido con un holgado traje oscuro, Galliano no negó los hechos que se le imputan y se limitó a decir que el cóctel de pastillas y alcohol que había consumido no le permiten recordar el grueso de los hechos.
"Después de la rehabilitación comprendí lo peligroso que era el cóctel", agregó el modisto, que reconoció que bebía regularmente desde que en 2007 perdió a su compañero Steve Robinson y debido al aumento de la carga de trabajo en Dior, que cada vez sacaba más colecciones y líneas de ropa.
El pasado febrero, el modisto profirió supuestamente insultos antisemitas y racistas contra una pareja sentada junto a él en el bar "La Perle", en el céntrico barrio del Marais de la capital francesa, de donde la policía se lo llevó detenido.
A raíz de esa denuncia, otra cliente del bar presentó otra denuncia por hechos similares presuntamente acontecidos el pasado mes de octubre.
Fue entonces cuando el diario británico "The Sun" colgó en internet un vídeo no profesional en el que se veía cómo el modisto, al parecer borracho, ensalzaba la figura de Hitler
Comienzo del juicio
El letrado de Galliano, Aurélien Hamelle, ha explicado en la emisora "France Info" que presentarán el informe de un médico legal experto en adicciones que acredita que, a causa de esas dependencias, Galliano "no era dueño de sus palabras" cuando insultó a varias personas en un bar de París.
Esas dependencias generan "una ausencia de control" de lo que se hace y se dice: "No se dice lo que se piensa, se dicen cosas sin sentido que no se quieren decir, se producen delirios, alucinaciones", relató el abogado.
En esas circunstancias, en febrero pasado el modisto profirió supuestamente insultos antisemitas y racistas a una pareja sentada junto a él en el bar "La Perle", en el céntrico barrio del Marais, de la capital francesa, de donde la policía se lo llevó detenido. Tras la difusión de un vídeo en internet en el que se veía a Galliano insultando a unos clientes, la marca Dior decidió prescindir de sus servicios.
Testimonios antirracistas
Junto a esas adicciones, la defensa aportará testimonios de personas que han trabajado con Galliano durante su carrera como modisto y que acreditarán su "apego a la diversidad, a la diferencia, a los distintos colores de piel", ha indicado Hamelle. Dirán que el modisto ha trabajado con gente de "toda religión, incluidas personas de religión judía".
"Puestos a elegir, es mejor quedarse con 30 años de vida abierta que con 40 minutos de extravío de un hombre profundamente enfermo", ha asegurado.
Unos argumentos, no obstante, que no convencen al abogado de una de las denunciantes, Yves Beddouk, quien ha afirmado en la misma radio que, "cuando se tiene una gran reputación, también se tiene una gran responsabilidad y hay que prestar más atención a lo que se dice".
"La gente como tú estaría muerta. Vuestras madres, vuestros antepasados estarían todos jodidamene gaseados", decía Galliano a los clientes, que escucharon y grabaron el momento en el que el diseñador gibraltareño decía: "I love Hitler".
El pasado 2 de marzo la Fiscalía de París le acusó de "injurias públicas contra particulares por su origen, pertenencia o no pertenencia a una religión, raza o etnia, proferidas contra tres víctimas identificadas".