El BPI alerta del riesgo de contagio de la debilidad de las finanzas públicas
El director gerente del Banco de Pagos Internacionales (BPI), el español Jaime Caruana, ha alertado este de que "existe un importante riesgo de contagio entre las debilidades del sector financiero y las de las finanzas públicas".
En su discurso con motivo de la asamblea general anual de esta institución, Caruana ha dicho que "los riesgos de los emisores soberanos y del sector financiero continúan realimentándose mutuamente".
Caruana también ha hecho hincapié en que "hay indicios de retorno a una excesiva asunción de riesgos" y que en algunas áreas financieras parece que los inversores podrían de nuevo ir demasiado lejos.
Consolidación fiscal, inflación, saneamiento de balances
La crisis ha dejado cuatro desafíos: la consolidación fiscal, la inflación, los excesos de capacidad y el saneamiento de los balances en el sector privado y las debilidades financieras.
Caruana, antiguo gobernador del Banco de España, ha hecho hincapié en que la necesidad de consolidación fiscal es más urgente que hace un año.
"La solvencia del emisor soberano es un requisito previo para el buen funcionamiento de la economía", ha apostillado Caruana en la sede central del PBI en la ciudad suiza de Basilea.
Ha añadido que "Europa no es la única que afronta retos fiscales urgentes".
“Para Caruana Europa no es la única que afronta retos fiscales urgentes“
"Las grandes economías también deben gestionar sus situaciones con tiento y tomar medidas para consolidar rápidamente sus posiciones fiscales", según Caruana.
El director gerente del BPI considera que "es necesario normalizar la política monetaria", es decir subir los tipos de interés.
Las tasas de interés reales, descontada la inflación, a corto plazo disminuyeron el año pasado desde el -0,6 % hasta el 1,3 % en todo el mundo.
Asimismo el exceso de capacidad en los sectores financiero e inmobiliario revela que quedan ajustes pendientes en las economías golpeadas por la crisis.
El BPI ha publicó este domingo su 81 informe anual sobre la economía y los mercados financieros en el que insta a las autoridades a "abordar el exceso de endeudamiento tanto público como privado".
Para ello será necesario fomentar el ahorro privado y completar urgentemente la consolidación fiscal en los países que más sufrieron los efectos de la crisis.
No obstante, Caruana se ha mostrado optimista y ha dicho que "en una serie de aspectos esenciales, el panorama actual es mejor que el de hace un año; e incluso mucho mejor que en junio de 2009".
El informe del BPI apuesta por subida de las tasas de interés
Las tasas de interés oficiales deberían subir a nivel mundial para evitar una nueva crisis y, una vez que los bancos centrales comiencen a incrementarlas, es posible que tengan que hacerlo a un ritmo más rápido que en anteriores episodios de endurecimiento.
Esta es una de las conclusiones del 81º informe anual que el Banco de Pagos Internacionales (BPI) presentado este domingo en su sede central en la ciudad suiza de Basilea tras celebrar su asamblea general anual.
El banco de los bancos centrales considera que "la probabilidad de inflación se ha elevado al combinarse una menguante holgura de la capacidad productiva con alzas en los precios de alimentos, energía y otras materias primas".
“Para los bancos centrales la probabilidad de inflación se ha elevado“
El BPI apostilla que "las tasas de interés oficiales deberían subir a nivel mundial", debido a "la propagación de los peligros de la inflación desde la principales economías de mercado emergentes hacia las economías avanzadas".
Hay que endurecer la política monetaria por la estabilidad de precios
"Controlar la inflación a largo plazo exigirá endurecer la política monetaria", según el BPI.
De lo contrario, añade, "el fuerte sesgo acomodaticio de las políticas monetarias podría comprometer bien pronto la estabilidad de precios".
el BPI afirma que los agentes del mercado han retomado gradualmente su disposición a asumir riesgos, como cabría esperar en las etapas iniciales de una recuperación cíclica.
"La persistencia de unas tasas de interés muy bajas en las principales economías avanzadas retrasa los imprescindibles ajustes en la situación patrimonial de las familias y en los balances de las instituciones financieras, amplificando el riesgo de que reaparezcan las distorsiones que precedieron a la crisis", según el BPI.
Añade que "las medidas para amortiguar el impacto de la última crisis no deben plantar la semilla de la siguiente".
Hay un trabajo complicado para las autoridades monetarias
Además, el BPI señala que las autoridades monetarias tienen ante sí un trabajo muy complicado, ya que deben encontrar la forma de normalizar las tasas oficiales o se arriesgan a poner en peligro la credibilidad en la lucha contra la inflación.
Asimismo, el BPI insta a los bancos centrales a reducir el tamaño de sus balances, si bien "sería peligroso recortarlos con excesiva rapidez o de forma demasiado indiscriminada".
En las economías avanzadas esta reducción a corto plazo "se topa con obstáculos debido a la persistente fragilidad de la coyuntura económica y financiera" y a la incertidumbre de retirar unas medidas sin precedentes.
Los bancos centrales han aumentado sus balances al comprar activos, en muchos casos de menor calidad, que han sostenido la economía mundial a lo largo de una crisis muy difícil.
Estos balances están ahora expuestos a mayores riesgos, como los tipos de interés, de tipo de cambio y de crédito, que podrían generar pérdidas financieras y exponer a los bancos centrales a presiones políticas.
"El aumento de las tasas de interés a largo plazo puede producir pérdidas efectivas, si los bancos centrales venden bonos de sus carteras, o pérdidas potenciales como consecuencia de su valoración a precios de mercado", alerta el BPI.