El gobernador del banco central de Afganistán huye a EE.UU. por las amenazas de muerte

• Abdul Qadir Fitrat investigaba el desfalco en el Banco de Kabul
• Había denunciado la implicación de altas personalidades
• El gobierno afgano niega que estuviera en peligro

Fotografía de archivo de Abdul Qadir Fitrat, gobernador del banco central de Afganistán, en septiembre de 2010.

El Gobernador del banco central de Afganistán, Abdul Qadir Fitrat, ha huido del país y ha encontrado refugio en los Estados Unidos. Fitrat temía por su vida después de haber denunciado corrupción en instancias cercanas al gobierno de Hamid Karzai.

"Se trata de una fuga, no de una renuncia. Los procedimientos formales no se han seguido. Ya no es gobernador" ha declarado el portavoz del presidente, Wahid Omer. "Nunca había dicho a nadie que su vida estuviera en peligro", ha añadido.

Horas antes, el Departamento de Estado de EE.UU había confirmado que Fitrat se encontraba en Washington. El ya exresponsable del banco central afgano ha asegurado que no regresará a su país.

Temor por su vida

Según el New York Times, Fitrat había anunció su renuncia el lunes en conversaciones con varios medios de comunicación afganos. En declaraciones realizadas desde Washington, Fitrat aseguraba que habían aumentado los temores por su vida en relación con las acusaciones de corrupción y el colapso del primer banco privado afgano, el Banco de Kabul.

En abril, Fitrat dio los nombres de varias personalidades afganas supuestamente involucradas en este escándalo financiero. Entre ellas figuraba el propio hermano del presidente, Mahmud Karzai.

El Banco de Kabul fue puesto bajo el control del banco central a finales de 2010, después de que el desvío masivo de fondos por parte de sus directores le empujara al borde de la quiebra.

Según Fitrat, el gobierno de Hamid Karzai, que cuenta con el apoyo de Washington y de la OTAN, había interferido en sus esfuerzos por investigar este delito.

El Gobierno por su parte, alega que el exgobernador también está siendo investigado y culpa del desfalco a la falta de experiencia financiera de los afganos y a los asesores extranjeros. Karzai ha prometido que los involucrados en la estafa serán juzgados.