Llamadas de atención, murmullos, aplausos y aspavientos en el último debate de la legislatura
- Moragas del PP, y Moraleda del PSOE han recibido llamadas de atención
- Zapatero y Rajoy se han deseado lo mejor "en lo personal y lo familiar"
- La popular Maria Valdenebro ha jurado su cargo como Diputada
Murmullos, aspavientos, llamadas de atención del presidente del Congreso, José Bono, e incluso guerra de aplausos han sido los protagonistas del duelo parlamentario entre el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy, el último que ambos protagonizan en un Debate sobre el estado de la Nación tras el anuncio de Zapatero de no volver a ser candidato.
El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y su rival político, Mariano Rajoy, se han deseado lo mejor, pero eso sí, solo en lo personal. Y lo han hecho después de protagonizar un "cara a cara" tan similar al del año pasado que parecía que el hemiciclo había puesto en marcha la "moviola".
Hasta algunos pequeños detalles delataban esa similitud, como la corbata de Zapatero, que o tiene dos exactamente iguales o ha querido elegir para su último debate sobre el estado de la nación la misma que ya lució en julio pasado para la cita parlamentaria más importante del año.
Comenzó frío el debate pese a la ola de calor que sufre el país. Tanto, que algunas ministras, como Leire Pajín o Ángeles González Sinde, tuvieron que ponerse las chaquetas, como también lo hizo, ya a primera hora de la tarde y en la bancada del PP, la diputada Ana Mato.
Zapatero ha comenzado su primera intervención a las doce en punto y hasta 25 minutos más tarde no ha logrado arrancar ningún aplauso de la bancada socialista, que sólo le ha interrumpido otras cinco ocasiones.
Eso sí, el aplauso final de su grupo al concluir la intervención ha durado exactamente 70 segundos, casi treinta más que con el que los "populares" han agradecido el primer discurso de Rajoy.
Llamadas de atención a los diputados más exaltados
La intervención inicial de Rajoy, en la que ha recriminado al Gobierno la gestión de la crisis y ha exigido en diversas ocasiones un adelanto electoral, emocionó sobremanera a la bancada 'popular', que no hacía más que dedicar aplausos hacia su líder.
Pero también las palabras del líder del primero partido de la oposición hicieron que los socialistas apoyaran a Zapatero en una bronca réplica que obligó a Bono a rogar silencio a sus señorías, sobre todo cuando el jefe del Ejecutivo echó en cara a Rajoy sus "falsedades" con respecto a las cifras dadas. Llamadas de atención éstas que fueron continuas a lo largo de las casi dos horas de 'cara a cara' que Zapatero y Rajoy mantuvieron en el hemiciclo.
Bono llegó incluso a tener que pedir al ex secretario de Estado de Comunicación, el diputado castellano-manchego Fernando Moraleda, y al director de Gabinete de Rajoy, Jorge Moragas, así como al diputado 'popular' Rafael Hernando, a que se contuvieran en sus expresiones. "`Vaya hombre de Estado!" fue una de las frases que se pudieron escuchar a Moraleda, según él mismo reveló después a los periodistas.
Caras conocidas en la tribuna de invitados
Pocas caras conocidas en la tribuna de invitados, donde se han sentado juntos, como siempre, el padre y la esposa de Zapatero, ya habituales en esta cita.
El austero color marrón del vestido de Sonsoles Espinosa ha contrastado con el estampado veraniego de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que no se ha perdido ni un solo minuto de la intervención inicial de Zapatero ni del vespertino "cara a cara".
Aguirre ha estado acompañada, por la mañana, del secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, y del presidente asturiano en funciones, Vicente Álvarez Areces, cuyo asiento ha ocupado por la tarde la flamante presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, que, como ya no es senadora, no ha podido sentarse, como en otras ediciones, al lado de su jefe de filas.
Más lejos, el coordinador de IU, Cayo Lara, se aplicaba en tomar notas de las intervenciones en un cuaderno que apoyaba en sus piernas.
Si hubiera que elegir al alumno más atento del hemiciclo, la votación estaría muy reñida entre el diputado de IU, Gaspar Llamazares, y la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, que junto con la titular de Exteriores, Trinidad Jiménez, han puesto una nota de color (amarillo y rosa, respectivamente) en los bancos azules del Gobierno.
Duras palabras para un debate tenso
Sangría, calamidad, lenta agonía o calvario han sido algunas de las palabras con las que Rajoy ha definido la política de Zapatero, con el que, sin embargo, ha querido ser comprensivo porque, según ha dicho, entiende sus "nervios".
Zapatero, por su parte, le ha acusado de no tener propuestas y de ser como "el perro del hortelano", todo ello en réplicas plagadas de cifras e, incluso, de gráficos que ha mostrado a Rajoy y que éste ni siquiera ha mirado.
Abucheos, aplausos y alguna que otra pequeña reprimenda del presidente de la Cámara, José Bono, a algún diputado han ido sucediéndose en el "cara a cara", menos tenso a medida que se acercaba el final.
Rajoy no ha conseguido arrancar de Zapatero el anuncio del adelanto de las elecciones que tanto le ha demandado. Por contra, el jefe del Ejecutivo sí ha logrado que el líder de la oposición le mostrara algunas de sus propuestas de Gobierno.
La capitalidad cultural de San Sebastián para 2016 llegó al Congreso
Garmendia, siempre atenta a las intervenciones, se ha permitido hacer un gesto de victoria cuando ha conocido, a través del móvil, que San Sebastián, su ciudad natal, había sido elegida capital cultural europea 2016.
No se mostraba tan contenta la ministra de Medio Ambiente y ex alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, que se ha ausentado junto con González-Sinde del hemiciclo para conocer el veredicto "in situ" y la derrota de su ciudad, que partía como favorita.
A juzgar por su gesto, la elección de San Sebastián también ha extrañado al ministro de Fomento, José Blanco.
Una diputada popular jura cargo en el descanso del debate
María Valdenebro Rodríguez ha jurado esta tarde como diputada del PP en el Congreso, en sustitución de Juan Ignacio Echániz, que acaba de ser nombrado consejero de Sanidad y Asuntos Sociales del Gobierno castellanomanchego.
La nueva diputada ha jurado su cargo justo antes de que el líder de su partido, Mariano Rajoy, comenzase su intervención en el debate sobre el estado de la nación.
El juramento de la nueva diputada por Guadalajara ha sido acogido por sus compañeros por un aplauso, antes de que el presidente del Congreso, José Bono, diera la palabra a Rajoy.
Marta Valdenebro Rodríguez es segoviana, tiene 34 años y es diplomada en Magisterio. Ha sido alcaldesa de Villanueva de la Torre (Guadalajara) y presidenta del PP en esa localidad