La oposición turca boicotea la formación del Parlamento por el veto a algunos de sus diputados
- Ni los kurdos y el principal partido opositor ocuparan sus escaños
- Varios de sus representantes están detenidos por diversos cargos
- Acusan a Erdogan de querer alterar el resultado electoral
El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se enfrenta a un turbulento inicio de su tercer mandato por el boicot en el Parlamento del principal partido de la oposición y por la minoría kurda.
El partido de Erdogan, el AK (islamista moderado) ganó con holgura las elecciones del pasado 12 de junio y el primer ministro prometió buscar el consenso para reformar la constitución. Pero el Partido Republicano del Pueblo (CHP) y el pro-kurdo Paz y Democracia (BDP) han cuestionado el resultado y han anunciado que sus diputados no jurarán el cargo.
El CHP tiene 135 escaños y el BDP 36 en una cámara de 550, con lo que más del 30% de los representantes se sumarán al boicot. De persistir en su actitud, y si no se alcanza algún tipo de acuerdo, el boicot puede llegar a provocar una nueva convocatoria electoral.
Diputados encarcelados
"No juraremos hasta que todos nuestros diputados puedan hacerlo", ha amenazado el líder del CHP Kemal Kilicdaroglu, después de que un tribunal haya rechazado la puesta en libertad de dos candidatos que se encuentran detenidos sin cargos.
El BDP, por su parte, protesta porque la comisión electoral privó a un diputado de su escaño por "propaganda terrorista", y colocó en su lugar a un candidato del AK. Además, otros cinco diputados están también detenidos por supuestos lazos con los rebeldes kurdos.
Aunque el AK cuenta con 326 representantes, la descalificación de estos diputados de la oposición le permitiría alcanzar los 330, lo que daría a Erdogan la mayoría suficiente para convocar un referendum constitucional sin tener que pactar con el resto de partidos.
Otro partido, el ultraderechista Partido del Movimiento Nacionalista (MHP) también tiene a uno de sus representantes entre rejas acusado de participar en un intento de golpe de Estado, pero no se ha sumado al boicot.
El presidente turco, Abdullah Gul, ha hecho un llamamiento a todos los partidos para que resuelvan sus diferencias en la cámara.