Zapatero se va reclamando apoyo a las reformas "gobierne quien gobierne" y con guiños al 15M
- El presidente se despide del Congreso en su último debate de la nación
- Avanza mayor protección, sin concretar, a quienes no pueden pagar la hipoteca
- Reprocha al PP sus "urgencias" y descarta ímplicitamente un adelanto electoral
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La crisis económica que ha marcado el final de su etapa de gobierno ha acaparado, inevitablemente, el último discurso de José Luis Rodríguez Zapatero en un debate sobre el estado de la nación en el que ha defendido las reformas emprendidas, que, a su juicio, serán útiles a largo plazo "gobierne quien gobierne". Un discurso con pocas medidas nuevas para superar la crisis, con algunos guiños al movimiento 15M y con sabor a despedida del presidente, pese a que ha descartado ímplicitamente un adelanto de las elecciones generales.
Zapatero, que ha iniciado su intervención con un recuerdo para los soldados muertos y heridos en los dos últimos atentados sufridos por los militares españoles en Afganistán, ha avanzado apenas dos nuevas medidas económicas, que no ha concretado: una mayor protección para quienes no pueden hacer frente al pago de su hipoteca y la aprobación, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera de julio, de un techo de gasto para las Comunidades Autónomas.
Su mayor esfuerzo, en cualquier caso, se ha centrado en defender las reformas económicas ya emprendidas, en especial la de las cajas de ahorro y la del mercado laboral, así como las medidas de control del déficit. Además, como en otras ocasiones, ha defendido que todo ello se ha hecho manteniendo la cohesión social: "Todas las reformas necesaris, sí, pero no a costa de romper los equilibrios sociales básicos o de quebrar nuestro modelo social y constitucional".
“El estado de la nación sigue siendo el estado de lucha contra la crisis“
Zapatero, en cualquier caso, ha llamado a un "esfuerzo colectivo" para superar la crisis, al asegurar que el estado de la nación "hoy sigue siendo el estado de la lucha contra la crisis". En este sentido, ha recalcado que el Gobierno "se propone culminar su proceso de reformas en en la última parte de la legislatura", descartando así un adelanto electoral.
De la misma forma, ha reprochado al Partido Popular su interés por alcanzar el poder: "La colaboración institucional no ha tenido nunca en España más sentido que ahora. Y las urgencias políticas no deberían llevar a nadie a desdeñarlo porque seguirán teniendo sentido después de las próximas generales, gobierne quien gobierne entonces.Todos deberemos rendir cuentas de nuestra actitud en este sentido, también el líder del partido de la oposición, que es ahora el partido mayoritario en Comunidades Autónomas y ayuntamientos".
Eso no ha evitado un cierto tono de retirada en sus palabras, especialmente cuando, tras una hora de discurso y ya sin leer sus papeles, el presidente se ha despedido de la Cámara: "Este es mi noveno y último debate sobre el estado de la nación. Hemos tenido intensos debates, en periodos de prosperidad y en esta epoca de recesión, pero siempre hemos preservado nuestra mayor riqueza, la convivencia en paz y libertad. De ahí que siempre haya tenido una actitud de respeto: a los ciudadanos, a esta institución, el Congreso de los Diputados, y al servicio a mi país, a España", ha comentado Zapatero al final de su discurso para acabar con un agradecimiento a "todos los grupos parlamentarios", en especial a su grupo, el socialista, "por su lealtad, compromiso y responsabilidad".
Los diputados socialistas, que ya le habían recibido con una ovación, le han despedido con prolongados aplausos, que contrastaban con la indiferencia del resto del hemiciclo. Una indiferencia que se ha convertido en críticas después, en las primeras reacciones de los portavoces parlamentarios.
Respeto al movimiento 15M
Sin nombrarlo explícitamente, el presidente del Gobierno también ha lanzado algunos guiños al movimiento 15M, empezando por una de las nuevas medidas que ha esbozado en su intervención, como es la promesa de una mayor protección para quienes se enfrentan a una ejecución hipotecaria por no poder pagar el préstamo.
Zapatero no ha concretado en que consistirá esa mayor protección, pero la dación en pago -esto es, que la entrega de la vivienda cancele la deuda con el banco- es una de las reivindicaciones del 15M, que ha impedido varios desahucios.
También ha subrayado que las protestas de los indignados constituyen "salvo expresiones minoritarias de violencia, absolutamente condenables e inaceptables, manifestaciones, protestas y demandas realizadas al amparo de derechos democráticos", alimentadas por "la inquietud y el malestar generado por la crisis".
"Podemos discrepar -yo lo hago- con no pocas de las propuestas, muy heterogéneas, que se hacen en esos encuentros. Pero deben ser objeto de respeto -de un respeto sincero, no retórico- y son de interés indudable para los gobernantes democráticos", ha subrayado el líder del Ejecutivo.
Recuperación "lenta"
En cualquier caso, el asunto que ha acaparado la intervención de Zapatero ha sido la crisis económica. El presidente del Gobierno ha asegurado que la recuperación es "gradual", aunque ha admitido que sigue siendo "demasiado lenta para producir la creación de empleo neto", por lo que no es posible "dar por terminada" la crisis, puesto que las cifras de paro son "inasumibles".
A su juicio, dos factores son los causantes de esa lentitud en la recuperación económica: la incertidumbre de los mercados financieros sobre la crisis de deuda soberana de los países periféricos -el presidente ha vuelto a instar al parlamento griego que apruebe los recortes que le pide la UE y el FMI para acceder a nuevas ayudas- y el peso que aún tiene la construcción en el sistema productivo, por lo que Zapatero ha vuelto a abogar por cambiar el modelo productivo.
“Sin la aportación negativa de la construcción, estaríamos creando empleo“
"Sin la aportación negativa del sector inmobiliario -el único que continúa su proceso de ajuste, con una caída de la inversión del 10% interanual en el primer trimestre-, hoy la economía española estaría creciendo en torno al 2% interanual, un ritmo similar al del promedio europeo y ya estaríamos creando empleo de manera neta", ha afirmado.
Para dejar un hueco al optimismo, el presidente del Gobierno ha comentado que hay "indicadores alentadores, pero claramente insuficientes" en torno al paro, como el aumento interanual en el número de horas trabajadas o la creación neta de empleo en el sector servicios.
"Comprendo la impaciencia por ver el final del túnel", ha comentado Zapatero, que se ha dicho seguro de que España "va a superar una prubea muy dura".