Zapatero afronta su último debate sobre el estado de la nación en su particular cuenta atrás
- Zapatero ha manifestado reiteradamente su intención de agotar la legislatura
- Con Rubalcaba ya como sucesor, tratará de defender sus reformas
- Momentos difíciles: 15M, elecciones 22M, crisis de Gobierno y huelga general
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Zapatero inició el pasado 2 de abril, cuando anunció que no repetiría como candidato en las elecciones, su particular cuenta atrás. Éste será su último debate sobre el estado de la nación y no parece que vaya a despedirse entre aplausos por parte de los grupos de la oposición.
En el anterior debate, en julio de 2010, el presidente ya pudo comprobar su soledad parlamentaria. Las críticas por su gestión de la crisis económica fueron generalizadas y, en algunos casos, muy duras. El PP ya pedía por entonces elecciones anticipadas y Zapatero se aferraba a la presidencia defendiendo la necesidad de reformas.
El escenario no cambia casi un año después: Los 'populares' no pierden ocasión de hablar de adelanto electoral y el presidente ha dicho, por activa y por pasiva, que quiere concluir el mandato.
Pero entonces Zapatero no había desvelado su mejor secreto: si volvería a ser candidato en las elecciones generales de 2012. La voracidad de la crisis económica, las nefastas encuestas para los socialistas y la impaciencia de los 'barones' socialistas le obligaron a deshojar la margarita el pasado mes de abril.
Anunció que cedía el testigo como candidato a su mano derecha en el Gobierno, el vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba, que, tras unas primarias descafeinadas por la renuncia de Carme Chacón, disputará con Mariano Rajoy la carrera a La Moncloa.
La crisis económica pudo con Zapatero
Zapatero ha tenido que soportar sobre sus hombros una crisis económica sin precedentes que en España se ha complicado con unas alarmantes cifras del paro que superan ya el 20% de la población y llegan al 45% cuando se habla de paro entre los jóvenes.
En el último año el presidente no ha podido soltar la cruz de la economía que ha eclipsado todo lo demás y ha situado a Zapatero como el presidente del Gobierno peor valorado en la historia de la democracia.
Así, otra vez más, la crisis y el paro serán los protagonistas de un debate sobre el estado de la nación en el que Zapatero tiene ya poco que perder. El run-run político de los últimos días apunta a que aprovechará para hacer nuevos anuncios de recortes. Miembros del Gobierno ni han confirmado ni desmentido este extremo.
Lo que es seguro es que el presidente defenderá los planes acometidos para enfrentar la coyuntura económica y tratará de justificar su continuidad hasta 2012. Defiende esta posición porque, a su juicio, es "necesario" cerrar las reformas emprendidas en el mercado laboral, el sistema financiero y la negociación colectiva.
En el último Comité Federal de su partido hizo autocrítica, pero "la justa", como él mismo dijo. En una reciente entrevista en RNE, dejaba claro que volvería a tomar las mismas decisiones para hacer frente a la crisis.
Nadie duda de que el objetivo de Zapatero también es ganar tiempo hasta 2012 para tratar de remontar unas encuestas muy desfavorables para los socialistas que en los comicios locales y autonómicos del 22 de mayo se dieron el mayor batacazo de la historia con sus peores resultados.
Tras el 22M, la guerra en casa
El resultado electoral sumió al PSOE y a Zapatero en una situación más que compleja. Los 'barones' socialistas, que perdían todo el poder autonómico, comenzaron a dudar de la conveniencia de abrir un proceso de primarias para suceder a Zapatero con la que estaba cayendo.
El lehendakari Patxi López iba más allá y lanzaba un órdago exigiendo un Congreso Extraordinario, cuya celebración habría supuesto la caida de Zapatero también en el liderazgo del partido.
Zapatero tuvo que enfrentarse a una semana en la que el propio partido le puso al borde del precipicio. Hasta ese momento ni Rubalcaba ni Chacón habían manifestado oficialmente su intención de entrar en la batalla sucesoria pero ambos se dejaban querer.
El presidente, por su parte, se afanaba en mostraste equidistante y en defender el proceso de primarias.
Mientras él insistía en la celebración de ese proceso, algunos compañeros de partido le enmendaban la plana sin disimulo. Ganaron éstos la batalla y Chacón se presentó como la mártir que renunciaba a sus aspiraciones para salvar "la unidad del partido, la estabilidad del Gobierno y la autoridad de Zapatero", tal y como ella dijo, con un indisimulado enfado.
Tuvo que reunirse el presidente un día antes del Comité Federal con los 'barones' revueltos con los que pactó la celebración tras el verano de una conferencia política para hablar del ideario socialista y cerró la sucesión de Rubalcaba.
Zapatero salió, por tanto, airoso de un comité en el que aseguró la secretaria general hasta las elecciones.
15M, remodelación, huelga general y estado de alarma, duros momentos
Uno de los últimos quebraderos de cabeza para Zapatero (aunque en este caso los dardos no van solo contra él) ha tenido su escenario principal en la Puerta del Sol. Allí nació movimiento15M, que ha mostrado la indignación contra toda la clase política.
Algunas voces han apuntado a que el presidente aprovechará el debate sobre el estado de la nación para hacer un guiño a los 'indignados', a quienes cree "hay que escuchar".
Desde el pasado debate del estado de la nación, Zapatero ha tenido que enfrentar otros duros momentos, algunos de ellos históricos como el decreto del estado de alarma por primera vez en España tras el caos aéreo provocado por el paro salvaje de los controladores aéreos que provocaron la militarización de los aeropuertos.
Desde el último debate sobre el estado de la nación también ha tenido que vivir la que fue su primera huelga general, el 29 de septiembre, tras la ruptura del diálogo social.
Un mes después, en octubre, Zapatero lavaba la cara de su Gobierno con una remodelación de Gobierno que colocó a Rubalcaba como hombre fuerte del Ejecutivo. Muchos sitúan esa fecha como el inicio de la 'operación Rubalcaba' que colocaría al ministro de Interior en la primera línea para suceder al presidente.
Solo unos días antes de la crisis de Gobierno, el secretario general del PSOE se había visto desautorizado dentro de su propio partido con el triunfo de Tomás Gómez frente a su candidata, Trinidad Jiménez, en las primarias en el PSM para encabezar la lista en las elecciones de la Comunidad de Madrid.
Primer batacazo electoral el que se llevó Zapatero en las elecciones catalanas, en noviembre de 2010, en las que CiU arrebató el poder al socialista José Montilla.
Todo esto sumado a unas encuestas en las que el presidente ha podido comprobar como la distancia estre el PSOE y el PP, que ganaría las elecciones generales, llegaba hasta los 10 puntos, en el último sondeo del CIS.
En un momento tan complicado, Zapatero ha reconocido que el PSOE "sufre" pero lo hace por el "interés general de España". ¿Aguantará el sufrimiento hasta la primavera de 2012?
El debate sobre el estado de la nación será un termómetro fiable para conocer el apoyo con el que cuenta para agotar su mandato y la presión que tendrá que soportar hasta que Rubalcaba coja la testigo para iniciar el 'espring'.