'Flujo, predilección por Tina', un cómic apasionado y apasionante

• Es obra del galardonado dibujante Dave Cooper
• Narra la pasión amorosa de una artista por su, "poco agraciada", modelo

Viñeta de 'Flujo, predilección por Tina', de Dave Cooper

Flujo, predilección por Tina (La Cúpula) es la historia de una pasión desbordante, casi rayana en la obsesión, de esas que no atienden a razones. Una compleja relación reflejada desde todos los ángulos posibles, desde los sentimientos físicos y emocionales hasta las dudas, las obsesiones, la falta de sinceridad, las mentiras...

Es la última gran obra de uno de los mejores dibujantes del panorama actual, Dave Cooper.

La historia está contada en primera persona por Martin, un pintor fracasado que intenta desesperadamente seguir sus inclinaciones artísticas en vez de venderse al arte comercial. Como no puede pagar mucho a las modelos se tiene que conformar con chicas poco agraciadas, como Tina, a la que contrata para posar en una serie de cuadros eróticos que espera que le hagan famoso.

La repulsión inicial que Martin siente hacia su modelo se va transformando en una tibia relación laboral, primero, hasta una pasión desbordada. Y el resultado es una historia tan apasionada como apasionante.

"Amor Fou"

Al menos una vez en la vida, todo el mundo debería sentir la locura del amor, ese estado momentáneo de locura que los franceses llaman "amor fou" (amor loco). Y eso es lo que le pasa al artista que se deja seducir por la personalidad arrebatadora de su modelo, que pasa de la tristeza a la alegría en un momento y que es capaz de hacer cualquier locura.

Es tan impredecible como atrayente.

No es una relación fácil, a veces resulta hasta incómoda, es la típica historia que vista desde fuera es emocionante e incluso divertida, pero que es un auténtico infierno para el que tiene que vivirla.

Una historia de amor en la que la atracción y la repulsión mantienen un pulso de incierto resultado. Y que nos tiene en vilo durante todo el cómic.

El cierre de una trilogía

Flujo es el capítulo que cierra la trilogía iniciada con Succión y Escombros (también publicadas por La Cúpula), dos de las novelas gráficas más celebradas por la crítica gracias a su surrealismo poético. Lo curioso es que en este último capítulo, que funciona como una historia completamente independiente, Cooper renuncia a ese surrealismo para narrar una historia muy realista.

Cooper es uno de los artistas actuales más premiados y alabados del mundo del cómic. Poseedor de un estilo muy personal, nos sigue sorprendiendo su técnica con el lápiz que recuerda a Edward Sorel y Jules Feiffer.

Ha ganado todo tipo de premios, incluyendo los Harvey y los Ignatz y también ha sido reconocido por la prestigiosa Society of illustrators de Nueva York. Actualmente se ha centrado en la ilustración, aunque nos sigue sorprendiendo con novelas gráficas tan interesantes como Flujo, que ya ha sido considerado por la crítica americana como uno de los mejores cómics del año.