El presidente sudanés, acusado de genocidio, visita China y fortalece los vínculos económicos
El presidente de Sudán, Omar al Bachir, reclamado por la Corte Penal Internacional de La Haya por crímenes de guerra y genocidio, se ha reunido este miércoles con su homólogo chino Hu Jintao en Pekín. Un encuentro que ha culminado con la firma de varios acuerdos de ayuda económica y tecnológica china al país africano.
Los acuerdos, que incluyen préstamos chinos para el desarrollo de infraestructura y equipamientos (con cuantías no detalladas), se han firmado en una ceremonia al término del encuentro entre Hu y Al Bachir, en el Gran Palacio del Pueblo.
En la reunión, celebrada tras el habitual pase de revista a las tropas chinas, Al Bachir ha calificado al presidente Hu de "amigo y hermano" y le agradeció la "calurosa bienvenida", importante para un mandatario al que se le ha negado expresamente la entrada en muchas naciones, incluyendo algunos vecinos africanos.
Hu, por su parte, ha expresado su confianza de que el viaje de su homólogo sudanés "consolide y desarrolle la tradicional amistad chino-sudanesa y promueva una sustancial cooperación", y ha asegurado que la buena relación entre ambos países continuará "pese a los cambios internacionales o de la situación nacional en Sudán".
Acuerdo petrolífero
En la primera jornada del viaje, el martes, el presidente sudanés visitó la mayor petrolera china, CNPC, que firmó un acuerdo de cooperación con el gobierno de Sudán, renovando el suscrito hace cuatro años.
Al Bachir llegó ese mismo día a la capital china, con una jornada de retraso según lo previsto, por problemas para lograr permiso para sobrevolar el espacio aéreo de Turkmenistán, de acuerdo con fuentes del Ministerio de Exteriores sudanés.
El viaje del presidente de Sudán a China ha sido criticado por organizaciones pro derechos humanos por la orden de detención que pende sobre Al Bachir.
La ONG Human Rights Watch ha exigido a Pekín que no recibiera o incluso detuviera a Al Bachir. El Ministerio de Asuntos Exteriores chino, sin embargo, ha insistido en que Sudán es "un país amigo", y ha manifestado sus reservas con respecto la orden de captura del TPI, recordando que China tampoco es miembro del tribunal.
Sudán, hasta ahora sexto principal exportador de crudo a China, confía en que la escisión de la región sur del país, que alcanzará la independencia en julio, no afecte a sus relaciones con Pekín.