La crítica británica elogia a Kevin Spacey por su Ricardo III dirigido por Sam Mendes
- El montaje plantea paralelismos con dictaduras modernas
- The Guardian habla de 'poderosa actuación'
- The Telegraph tilda su intepretación de "electrizante"
Una lluvia de elogios está cayendo sobre Kevin Spacey desde este jueves por su interpetación en el papel titular de Ricardo III de Shakespeare, en el Old London Vic Theatre, del que la estrella de Hollywood es actualmente director artístico.
La obra une a Spacey con el director Sam Mendes por primera vez desde que en 1999 coincidieran en American Beauty, película que les valió sendos Premios de la Academia.
La obra ambientada en el siglo XV y que describe el sangriento itinerario que lleva al Duque de Gloucester a convertirse en el rey Ricardo III y su posterior reinado, era una de las producciones más esperadas de la escena británica.
Y a juzgar por las primeras críticas no ha decepcionado; aunque con matices.
A un paso de la grandeza
"Spacey no ha derrocado radicalmente el concepto de Ricardo III como bromista satánico que creó Laurence Olivier", escribe Michael Billigton en The Guardian, que continúa diciendo: "lo que ofrece son variaciones sutiles de él, un Ricardo con brío irónico, matizado por la lujuría o la intensidad de un ansia de poder, innatas".
"Spacey está inmenso como el monarca descrito habitualmente como un horrendo jorobado", podemos leer en la revista de espectáculos Thisislondon
Charles Spencer en Daily Telegraph afirma que esta producción que viste la obra de modernidad es soberbia. Sobre el protagonista matiza: "Desde hace mucho, Spacey ha destacado en los oscuro y lo siniestro, pero en esta producción no alcanza la grandeza por un pelo". Y añade siempre sobre Spacey: "ofrece un brillante despliegue de bravura técnica, pero en ningún momento puedes olvidar que estás presenciando una astuta y calculada intepretación"
James Woodall de The Arts Desk está de acuerdo con el consenso positivo de la crítica pero añade: "De faltar algo en el trabajo de Spacey, es la decadencia, el aroma de la sudorosa corrupción y desintegración moral", pero agrega, "son tan solo pequeñas carencias en una velada redonda"
La presión de ser Ricardo
El propio Kevin Spacey ha hablado, en la BBC Radio, sobre la presión que está sufriendo por intepretar un papel que han encarnado los más grandes actores de la historia. A la pregunta sobre si el papel es exigente, contestó sin dudar: "Si, Las dos primeras funciones, sentí literalmente que estaba corriendo un triatlón en medio de un tornado"
En su papel como director escénico, Sam Mendes comenta en la misma entrevista -cuyo podcast ha titulado precisamente la BBC "Nacido para ser Ricardo III") que se ha inspirado para este montaje en los paralelismos entre la figura de Ricardo III y "políticos contemporáneos que están en las primeras páginas de los periódicos días tras día". Políticos, como -ha mencionado-, el expresidente de Egipto, Hosni Mubarak o el aún presidente libio, Gaddafi"
"Lo que Shakespere escribió", ha comentado Mendes, "es muy similar o lo que está ocurriendo ante nuestros ojos. Era por eso el momento perfecto para interpretar esta obra".
En el papel del monarca feo y contrahecho, Spacey está acompañado por un plantel de actores formado, entre otros, por Maureen Anderman, Stephen Lee Anderson, Jeremy Bobb, Nathan Darrow, Jack Ellis, Haydn Gwynne, Chuk Iwuji, Isaiah Johnson, Gemma Jonesm, Andrew Long, Katherine Manners y Howard W Overshown.
El Old Vic programa «Ricardo III» hasta el próximo 11 de septiembre. Este espectáculo, posteriormente, girará por el mundo. La primera parada será en España, pero en la cartera están también previstas paradas en Atenas, en Grecia, en Hong Kong y en Singapur. La compañía prevé estrenar en el teatro BAM's Harvey, de Nueva York, en enero próximo.