Nuevo frente judicial contra Strauss-Kahn tras ser denunciado en Francia por otra agresión sexual
- La periodista Tristane Banon consuma su amenaza y le denuncia
- Dice que trató de violarla durante una entrevista en 2003
- Defiende que no denunció el caso porque "nadie" la creería
La periodista y escritora francesa Tristane Banon ha presentado una denuncia contra el exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn por un presunto intento de violación en 2003, en un movimiento que abre un nuevo frente judicial contra el político socialista.
Según ha adelantado su abogado, David Koubbi, los papeles de la denuncia han sido ya enviados desde su despacho en París a la Fiscalía, que ahora tiene que decidir si abre diligencias contra Strauss-Kahn, archivan el caso o se lo confían a los jueces para que hagan una investigación preliminar que puede durar meses.
"Sin duda, no estoy para hacer de este tema una cuestión política", ha subrayado Koubbi en una entrevista a la televisión i-Tele.
Esta denuncia no influye en el caso que tiene pendiente el exdirector del FMI en Nueva York, donde los fiscales parece que se inclinan por archivarlo debido a las contradicciones en las que ha incurrido su presunta víctima, una camarera africana del hotel Sofitel.
Sin embargo, el caso Banon sí que puede frustrar definitivamente su vuelta a la política francesa, aunque el entorno de la primera secretaria del Partido Socialista francés, Martine Aubry ha asegurado que Strauss-Kahn le ha garantizado en una conversación telefónica que no se presentará a las primarias aunque sea exhonerado de todos los cargos.
En una biografía reciente, el político socialista se refiere con estas palabras a la posible denuncia de Banon: "¡Esto es completamente falso! La escena que describe es imaginaria".
"¿Usted me ve a mí tirando al suelo a una mujer con violencia como dice ella?", le ha respondido "en resumen" Strauss-Kahn al periodista francés Michel Taubmann hace "varios días" antes de terminar su manuscrito de memorias del político.
En este sentido, los abogados de Strauss-Kahn en París han anunciado que presentarán una denuncia por calumnias contra Banon.
"Acabar con el infierno"
Sin embargo, la periodista francesa no se ha quedado atrás y ha querido dejar claro cuál es el motivo por el que denuncia a Strauss-Kahn por la supuesta agresión sexual ocurrida mientras le entrevistaba en 2003: "Acabar con este infierno de ocho años".
"Ver a Strauss-Kahn libre, cenando en un restaurante de lujo entre amigos, me pone enferma", explica Banon en una entrevista publicada este martes en la edición digital de L'Express, la primera que concede desde que ha estallado el escándalo que concierne al exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Ocho años de silencio
En el extenso relato, la mujer, de 32 años, asegura que ha decidido llevar su caso ante la justicia porque desde hace años no quiere escuchar más que es "una mentirosa por el hecho de que no haya presentado una denuncia" y niega que busque publicidad gratuita o "venganza".
“Me agarró la mano, luego el brazo, le pedí que me dejara marchar y allí empezó la lucha“
La periodista, que sostiene que Strauss-Kahn intentó violarla en un apartamento durante una entrevista que le hizo para un libro que preparaba, recuerda como se produjeron los hechos y algunos detalles sobre aquel supuesto encuentro en un céntrico apartamento de París.
"Empezamos a hablar un poco, me ofreció café, saqué mi dictáfono, quiso que fuéramos al sofá. Paró el dictáfono, me agarró la mano, luego el brazo, le pedí que me dejara marchar y allí empezó la lucha", recuerda. Según su versión, Banon y Strauss-Kahn se pelearon en el suelo "durante varios minutos".
Tras el forcejeo, y "aterrorizada", logró zafarse y llegar hasta el coche. "Llamé a mi madre porque no podía conducir, estaba temblando". El encuentro duró "más de media hora", asegura.
Sus motivos
Entonces no denunció los hechos porque nadie la habría creído ya que "en esos casos, es mi palabra contra la suya".
"¿Qué valía la de una joven becaria en periodismo preparando su primer libro y que se podía suponer que quería hacerse publicidad? ¿Qué valía mi palabra frente a la de Strauss-Kahn, el esposo de Anne Sinclair, incluso si ser todavía el responsable del FMI? ¡Nada!". asegura.
Desde aquellos supuestos hechos -que denuncia como violación y no como agresión sexual, que habría prescrito- se ha quedado "traumatizada".
"Después, nunca he tenido relaciones normales con los hombres. Para mí, todos se convirtieron en obsesos que podían hacerme daño", confiesa.
Preguntada sobre los rumores que la describen como una mujer poco equilibrada que tenía asiduamente aventuras con celebridades y que quería vengarse de los hombres, Banon asegura que no es ninguna "depredadora sexual".
"Usted encontrará sin duda algunos hombres con los que he tenido historias de corta duración, pero hacer de mí una depredadora sexual....", duda Banon, quien también reconoce que no ha tenido "una infancia divertida".
Su madre, explica, era una mujer de negocios poco interesada en los niños. Banon fue criada por una niñera que le pegaba y nunca conoció a su padre, ni sabe si aún está vivo.
El entorno de Strauss-Kahn
"Por otro lado, no tenía ninguna preocupación por el dinero" y "disfruté de una buena educación en los mejores barrios", comenta la periodista, actualmente "refugiada fuera de París".
Banon explica que en septiembre de 2010 tuvo problemas laborales en la publicación "Cherche Midi" para la que trabajaba desde hacía un año y que ella vincula con la influencia del entorno de Strauss-Kahn.
Señala además a otros destacados nombres del Partido Socialista (PS), en el que militaba su madre, que sabían lo ocurrido y que no hicieron nada o le recomendaron que se olvidase.
"En el entorno de Laurent Fabius (exprimer ministro) muchos estaban al corriente. François Hollande (entonces máximo responsable del PS) conocía la historia. Me llamó una vez en 2003. Muy inquieto, me dijo que había hablado de todo con mi madre. Esperaba que siguiera el consejo que le había dado, de no denunciarlo", asegura.
Desde que el escándalo salió a la luz pública, no ha recibido llamadas de ningún político, ni conservador, ni progresista, dice.