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Japón comprobará la seguridad de todas sus plantas nucleares tras el accidente de Fukushima

  • Sólo el 35% de los reactores están operativos por la preocupación
  • El consumo de electricidad se ha reducido un 15% en Tohoku y Tokio

Ver también  Catástrofe nuclear en japón

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Japón realizará pruebas de tensión en todas sus plantas nucleares para comprobar su seguridad tras el accidente de Fukushima. Así lo ha anunciado el ministro de economía, comercio e industria de Japón, Banri Kaieda.

La mayoría de pueblos y regiones que albergan reactores se niegan a que sean reactivados, después de que un tsunami provocara pérdidas de radiación significativas en la planta de Fukushima Daiichi.

Solo la localidad de Genkai (centro del país) ha aceptado poner en funcionamiento dos de las unidades que alberga, aunque para activarlas aún es necesaria la autorización del gobernador de la provincia de Saga.

Antes de la catástrofe de Tohoku (noroeste de Japón), la explotación de la energía nuclear representaba casi el 30% de la energía. Actualmente esta proporción ha disminuido porque sólo el 35% de los reactores están en funcionamiento.

Las autoridades han impuesto una reducción del 15% de la electricidad en la región de Tohoku y en la ciudad de Tokio, de manera que los cortes en la red evitarían un apagón total. Esta reducción se aplicará durante todo el verano, a causa del aumento de la energía que suponen los aparatos de aire acondicionado.

A principios de junio, el ministro de economía japonés advirtió que la reducción del suministro de energía podría obstaculizar la reconstrucción de la zona devastada por el terremoto de 9 grados de magnitud y su posterior tsunami, que dejó casi 23.000 muertos.

En la planta nuclear de Fukushima Daiichi, a 220 kilómetros al noreste de Tokio, el tsunami interrumpió la refrigeración de los reactores y los generadores de respaldo se ahogaron.

Al sobrecalentamiento de los reactores le siguieron explosiones y  la contaminación del agua, el aire y el suelo de material radioactivo. Este accidente nuclear se convirtió en el peor desde el ocurrido en Chernobyl (Ucrania) en 1986.

Unas 160.000 personas tuvieron que ser evacuadas de sus hogares. La mitad no ha podido regresar, en muchos casos porque sus casas se encontraban a 20 km de la central accidentada.

TEPCO, la empresa operadora de Fukushima Daiichi,  todavía está luchando para enfriar sus reactores dañados. Se espera que la temperatura descienda por debajo de 100 grados centígrados en enero de 2012.