La ofensiva de Asad contra la ciudad de Hama deja al menos 22 muertos y 80 heridos en dos días

• La represión ha provocado la salida masiva hacia la capital, Damasco
• La seguridad ha empeorado y han aumentado las detenciones

Mueren 22 civiles más en la ciudad siria de Hama

Ni sanciones internacionales, ni alternativas al poder ni la acusación de haber cometido crímenes contra la humanidad han frenado la ofensiva del presidente sirio contra la ciudad de Hama. En ella, al menos 22 personas han muerto y otras 80 han resultado heridas entre este martes y el miércoles por los disparos de la policía.

Así lo ha denunciado este miércoles la Organización Nacional para los Derechos Humanos en Siria cuyo jefe, Ammar Qorabi, ha manifestado su preocupación a través de un comunicado en el que explica que numerosos habitantes de Hama han tenido que desplazarse a la capital, Damasco, y a otras ciudades debido al empeoramiento de la situación de seguridad y los "asesinatos y las detenciones".

El pasado martes, grupos opositores sirios anunciaron que había entre once y trece fallecidos en esta localidad, y unos 300 heridos.

Crisis en aumento

Según el grupo, que ha identificado por sus nombres a algunos de los muertos, numerosos heridos, ingresados en distintos centros sanitarios, se encuentran en estado grave.

La organización ha destacado, además, que las fuerzas de seguridad han irrumpido en el hospital Al Hurani, donde se atiende a un gran número de personas heridas.

La ONDHS ha informado, asimismo, de la continuación de las detenciones en distintos puntos del país.

La ciudad de Hama ha sido escenario en los últimos días de protestas masivas contra el régimen de Bachar al Asad pero también ha sido objeto de redadas de la policía y de los "matones" del régimen, que han destruido vehículos y robado tiendas en varios barrios.

Estas informaciones no han podido ser verificadas de forma independiente por las restricciones que las autoridades sirias han impuesto a los periodistas para trabajar.

En 1982, Hama fue testigo de una masacre perpetrada por el régimen de Hafez al Asad, padre del actual presidente, para aplastar un levantamiento islamista que causó entre 10.000 y 40.000 muertos.

Siria es desde el pasado mes de marzo escenario de revueltas populares que se han cobrado la vida de 1.390 civiles y de 348 militares y policías, según el recuento del opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.