La Academia de Cine valora celebrar los Goya en el Palacio de los Deportes de Madrid
- Su presidente considera que la falta de aforo es un problema
- "Siempre hay enfados por la gente que se queda fuera", dice González Macho
- Además ha lamentado la progresiva desaparición de las salas en versión original
El presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, ha reconocido que se baraja la posibilidad de celebrar la próxima edición de los Premios Goya en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid. Ya antes de ser presidente defendió que era necesario celebrarlos en un recinto con suficiente capacidad para toda la gente que tiene que asistir.
Preguntado sobre si lo que tenía en mente era un traslado al Palacio de los Deportes, ha reconocido que ese sería un buen lugar. "Lo que quiero es un sitio donde quepa la gente, porque los auditorios más grandes en Madrid son de 1.800 butacas y no hay ni para empezar. Otra opción es irse a un sitio de 3.500 o 4.000 y hay pocos y mal situados", ha explicado.
González Macho ha apuntado que este cambio de recinto no sería necesariamente "para meter público, porque en principio es una fiesta profesional, aunque no se descarta totalmente". Así, ha planteado que el público "tendría que tener una sintonía contigo y podría ser seleccionado entre gente que vaya mucho al cine con un concurso, por ejemplo", pero ha apostillado que eso dependería del lugar finalmente escogido, "y primero hay que procurar que quepan los que hacen el cine, que no caben".
Enfados por la gente que se queda fuera
Asimismo, ha señalado que siempre hay "muchos enfados" en el sector por parte de la gente que se queda fuera de la gala. "En la Academia son 1.300 más o menos, y aunque no puedan ir todos por estar trabajando, pueden ser 700, que multiplicados por dos ya son 1.400. Luego hay 200 que tienen que estar porque son los nominados, y hay que sumar los patrocinadores, las administraciones públicas y los que nos ayudan", ha calculado.
Una vez solucionado el problema del aforo, ha indicado que "poco se puede cambiar" de esta ceremonia, "pues los Goya tienen siempre el mismo guión, con 30 premios y 30 premiados", y lo de alrededor son "florituras" para hacerlos de una manera o de otra. A su juicio, "hay que tratar de hacer unos Goya no demasiado largos, que sean lo más entretenidos y agradables posibles, porque hay que contentar al público en directo y a través de la televisión".
Sobre la decisión de no premiar a ningún menor de 16 años en los Goya, González Macho ha apuntado que "los niños pueden ir y está muy bien que vayan" a la gala y "hagan películas, porque se lo pasan muy bien, pero otra cosa es que tengan el impacto mediático de los premios". Así, ha recalcado que no le parece "bien" que sean premiados "porque los niños son niños y cuando hacen una película no saben muy bien lo que están haciendo ni por qué".
"Los niños se lo pasan fenomenalmente bien, el equipo les cuida mucho, pero otra cosa es cuando un niño pasa a ser una persona mediática que no sabe muy bien lo que pasa con 400 cámaras y 700 entrevistas. Puede que lo asimile bien o mal. Me ha dado esperanzas de que no vamos desencaminados las declaraciones de Juan José Ballesta diciendo que quiere que su hijo sea actor, pero que no le den un premio hasta los 18 años. No ya 16, sino 18", ha planteado.
El cine como imagen de España
Por otro lado, ha defendido que en España hay excelentes actores y si ahora están trabajando fuera es porque los quieren, porque los necesitan". Por eso ha recalcado que "es bueno porque forman parte de la imagen de España, igual que los deportistas, y eso los americanos lo entienden muy bien, y por eso tienen el cine que tienen", al tiempo que ha lamentado que España sea diferente, un país donde nos "encanta machacar".
Para González Macho, las administraciones públicas comprenden esto, pero ha puntualizado que "lo tendría que entender mejor la sociedad, porque nuestra cultura es lo que podemos exportar, y detrás de eso va todo lo demás". "Se nos exige que nuestro cine sea igual de potente que el norteamericano y eso no puede ser, nuestra industria es la que corresponde a un país europeo de 44 millones de habitantes", ha aseverado.
Asimismo, ha explicado que el cine español es "una industria bastante seria que tiene mucho riesgo, pero es que si el cine no tuviera riesgo todas las películas serían iguales y las harían los bancos". En caso de vivir sin riesgo, el cine español a lo mejor sería "muy seguro y productivo", pero precisamente por eso ha apuntado que es "necesaria en esto gente que esté un poco loca".
En esta línea, ha afirmado que lo de la comercialidad de las películas "es una cosa muy relativa, porque en esto del cine el público manda, pero eso no quiere decir que tenga razón siempre". Así, ha añadido que "hay películas magníficas de todo el mundo que no funcionan, y otras que no son tan estupendas pero que son las que más gente va a verlas", por lo que "es muy difícil saber por qué pasan esas cosas que ocurren constantemente en todas las cinematografías".
Digitalización y doblaje
De cara al futuro, ha valorado positivamente la ampliación de formatos en el cómputo de espectadores de las películas, y ve en la digitalización de las salas puntos buenos y otros no tan buenos: "Es bueno que probablemente haya una mayor facilidad de programación, una doblada, otra subtitulada... pero por otro lado tiene un efecto perverso, porque puedes dominar los circuitos comerciales con más facilidad y al final todo sea más de lo mismo". Eso sí, se ha mostrado convencido de que la "digitalización no acabará con el dvd porque cada formato tiene su sitio".
Ha lamentado, además, la progresiva desaparición de las salas de cine en versión original, algo que ha achacado a que España "lleva más de setenta años viendo cine doblado y es un hábito de muchas generaciones que es difícil de cambiar". Por eso ha señalado que "probablemente sea una cuestión de hábito cultural y un problema educacional", si bien ha afirmado que "no tiene sentido prohibir el doblaje porque hoy día puedes ver una película francesa subtitulada al polaco" si eso es lo que quieres.
Tres meses al frente de la Academia
En lo que se refiere a sus primeros tres meses al frente de la Academia -desde el 10 de abril-, ha reconocido que espera que fuera "más tranquila". "Yo he sido usuario de ella y no sabía lo que había detrás, pero verdaderamente es una fábrica de hacer cosas constantemente. En estos casi tres meses lo que he hecho más que nada es ponerme al corriente de las cosas heredadas y poner en marcha algunas otras. Pero de momento, bien", ha explicado.
González Macho se ha sorprendido también al constatar que "cuando la Academia estornuda parece que todo el país se constipa, y tampoco es tan importante". Además, ha asegurado que no ha variado "en absoluto" sus objetivos iniciales, como la relación con los medios o las interprofesionales, pero reconoce que "ponerlos en marcha es complicado", a pesar de lo cual estos últimos sí que se han iniciado con encuentros con portales digitales de video, productores e instituciones.
Finalmente, ha señalado que "el cine español no está desunido, pero sí hay visiones y caminos diferentes", pues "unos van por un lado, otros por otro, pero el fin último es el mismo". "A veces no es fácil compaginar para que el personal esté de acuerdo, aunque eso tampoco es una misión de la Academia. Queremos intercambiar ideas y conocimientos, y tratar de llegar a conclusiones para que después cada uno se lo ventile como pueda", ha sentenciado.